No se necesitan más señales
El conflicto armado en la Región de La Araucanía, durante mucho tiempo ha dado señales de lo crítica que es la situación de seguridad. La clase política no la ha tratado con urgencia y el debido esmero. Además, a través de su prisma ideológico, relativizan el verdadero sentido de estos actos terroristas. De esta forma, se dejó espacio a que grupos subversivos sigan su cometido, mientras que la ciudadanía no duerme en paz.
Recientemente se suma un nuevo acto terrorista a la lista de atentados. Esta vez en Panguipulli (Región de los Ríos) donde un grupo armado ataca a Carabineros, mientras cumplían labores preventivas. Lo anterior, refleja que el conflicto sigue en escalada y que la expansión de este no puede reducirse a un factor meramente territorial o reivindicatorio, ya que, es importante también considerar que el conflicto responde -además- a un proceso de subversión.
Erradicar los avances del proceso subversivo no ha sido una prioridad para quienes gobiernan, y hoy aparentan ser menos las alternativas reales para frenarlo. La mirada al corto y largo plazo sigue siendo desalentadora, mientras la clase política no muestre sinceridad y determinación -dando el primero paso- en restablecer el orden y la seguridad en el país.
Sebastián Millán Calisto
Patrimonios: en nuestro ADN nacional
Estamos celebrando un nuevo Día de los Patrimonios, esta tradicional celebración que invita a toda la comunidad a compartir actividades en torno a nuestras costumbres y legados culturales. Así, museos, teatros y edificios históricos, entre otros, abren sus puertas y reciben a miles de visitantes.
Pero en este escenario, existe otro patrimonio, uno que muchas veces pasa desapercibido y que es relevante si hablamos de memoria colectiva: el patrimonio genético de Chile. Nuestro país cuenta con una alta cantidad de especies endémicas que representan una riqueza genética única. Es fundamental identificarlas, describirlas y estudiarlas, no sólo para trazar el mapa de nuestra biodiversidad, sino que para sentar las bases de un desarrollo sustentable.
Así, nuestro patrimonio genético no sólo se limita a flora y fauna, sino que incluye también a los hongos. Enfocarnos en su estudio nos ha permitido, por ejemplo, generar nuevas cervezas con identidad a partir de una levadura aislada desde la corteza de árboles nativos, caracterizar hongos de Tierra del Fuego y explorar su aplicabilidad a la generación de biomateriales y abordar otros presentes en el Desierto de Atacama y entender cómo pueden ayudar a especies vegetales a soportar la escasez hídrica.
Estos son sólo ejemplos de por qué estos actores invisibles de nuestro patrimonio identitario deben ser también foco de atención. En este Día de los Patrimonios, disfrutemos de los distintos eventos organizados, pero volquemos también la mirada hacia los habitantes silentes de nuestro tan diverso paisaje. Nuestra invitación es a no olvidar, y celebrar, que flora, fauna y funga forman parte de la identidad y herencia nacional.
Luis Larrondo, académico, P. Universidad Católica
Gas
Una lástima que un economista de alto nivel pierda parte de su credibilidad al tratar de sostener con sus palabras un relato acomodaticio de los políticos. Ante el desastre económico, se empieza a hablar de "plan piloto" y "cambios al modelo de Enap".
Enap vuelve a su rol mayorista del que nunca debió haber salido, el "cambio al modelo" y el ahora llamado "plan piloto" de los $500 millones perdidos fue un intento de probar que una empresa pública puede competir con empresas privadas en una especie de economía planificada socialista abandonada en todo el mundo. El resultado del "piloto" no podía ser otro que cilindros de costo unitario $117 mil. Pero podría haber sido mucho más caro si hubiera habido accidentes en el manejo del gas.
El gas es un elemento muy peligroso como para dejarlo en manos de políticos.
José Luis Hernández Vidal