La Biblia dice: "Este es el mensaje que habéis oído: que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano". (1 Juan 3:11-12). Esta palabra, esencialmente, enseña que hay quienes pertenecen a un reino marcado por la maldad, el engaño, la falsedad y todos los demás adjetivos que se enmarcan dentro de aquellas descripciones que guardan relación con el que es el padre de las tinieblas y la mentira, y por cierto esta es la simiente de la serpiente. Por otro lado, están los que pertenecen a la simiente de la mujer, y que claramente son quienes viven bajo otros estándares, bajo otros preceptos. Estos son los que están más caracterizados por abrirse a la posibilidad de prestar oído a las determinaciones del creador, e intentan alcanzar la plenitud de la satisfacción, al alero de la palabra divina.

Esta es la razón por la cual entendemos esta realidad irrefutable, ya que es la misma palabra de Dios que nos abre el entendimiento para poder asimilar tal argumento, y ella dice: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Génesis 3:15).

Ahora, cuando observamos a muchos de nuestros honorables que dan tremendas cátedras de justicia, empatía, sobriedad y austeridad, pero cuando se trata de favorecer a sus propios amigos, con organizaciones truchas que sólo existen para realizar el reembolso de los favores realizados, y además después sólo lo tildan como un error político, o error de criterios, haciéndonos quedar como verdaderos anormales, sólo queda lugar para pensar de qué lado están. No obstante, más temprano que tarde, llegará la justicia divina por estas acciones que exceden todo tipo de ética.

Si tan solo pudiera unir un par de líneas para cerrar este comentario, lo haría con la más absoluta seguridad que me da la palabra de Dios, y es que, verdaderamente nadie puede darse cuenta de su propio error, a menos que Dios en su gran bondad le conceda ese privilegio. Por eso Jesús dijo en Juan 6:44: "Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere". Esto establece claramente que Dios es quien arrastrará, literalmente a quienes quiera salvar, ya que el hombre por sí sólo no puede, ni quiere buscar ayuda. Por lo tanto si usted es quien, aún en medio de todas sus dudas, está intentando encontrar la sombra de Dios, no le quepa ninguna duda que es Dios quien literalmente, como lo dice el texto griego, lo está arrastrando para que la luz resplandezca en su corazón, y los del otro grupo, están en las manos de Dios.

Una serie de accidentes de tránsito se ha registrado en los últimos días en la Región de La Araucanía. La mayor parte de ellos corresponde a colisiones, que han dejado personas lesionadas y vehículos con considerables daños. Sin embargo, también ha habido víctimas fatales, como la registrada en la Ruta S-40 que une las comunas de Nueva Imperial y Carahue, donde un automóvil volcó e impactó contra unos trozos de madera aledaños a la ruta y su conductor salió eyectado del móvil, falleciendo en el lugar. O bien el fatal atropello de un adolescente de 16 años en la misma Ruta S-40, quien falleció al ser alcanzado por un vehículo mientras cruzaba la vía para dirigirse al colegio.

Por ello, cuando la Región comienza a vivir un nuevo fin de semana largo, donde hay una mayor circulación de vehículos por las rutas regionales, toda vez que las familias aprovechan el descanso adicional para salir de su ciudad, se debe insistir en la conducción responsable. Más cuando la Región está siendo afectada por un sistema frontal con vientos y lluvias que dificultan las labores de conducción.

De ahí que sea necesario volver a insistir en las precauciones básicas que deben tomar todos quienes se desplazan por el espacio público a fin de evitar accidentes. Y en ese sentido, tanto automovilistas, como peatones y quienes guíen todo tipo de vehículos, deben apegarse a la normativa vigente extremando las medidas de prevención. Entre ellas, principalmente desplazarse a las velocidades permitidas, respetando la señalética vial y por ningún motivo hacerlo mientras se revisa el teléfono.

De acciones de este tipo, más una buena cuota de sentido común, podrá evitarse nuevas tragedias en la Región.