El apóstol Pedro, en su primera carta, y específicamente en el capítulo 1, escribe a los creyentes que están en la dispersión para que se alienten en su fe, especialmente porque toda persona debe ser probada con fuego en su fe y debe salir victoriosa y triunfante. Ahora, para que esto suceda, debe existir gozo en las tribulaciones y, de la misma manera, fe.

Justamente estas realidad es son características de los creyentes y esto lo expone toda la Biblia. Fueron los mismos profetas quienes escribieron de la boca de Dios previendo de los sucesos que vendrán a todos los creyentes. Pues solamente la fe que sobrevive el fuego de la tribulación, de la paciencia y la larga espera, puede ser considerada verdadera; aun hay más, es necesario el gozo en las tribulaciones. Y claramente este gozo es lo que marca la diferencia entre una fe verdadera y una falsa, además es el testimonio más puro de la esperanza viva que abrigan quienes creen en Dios.

Muchos pueden estar confundidos acerca de por qué Dios utilizaría los profetas para decir que nosotros pasaríamos por tribulaciones y de la salvación que obtendríamos. Pero es necesario que todos los hijos de Dios reciban la misma herencia en cualquier época. La confusión es una realidad que es evidente en muchos creyentes en Jesucristo, pues luego de un inicio de gozo, se encuentran con muchas dificultades y contraposiciones entre la vida del hombre en el mundo y la Palabra de Dios. Y en muchos casos, las dificultades se acrecientan; por eso la confusión. Pero eso viene, no porque la obra de Cristo sea imperfecta, sino porque en nuestro ser existen arraigados muchos males y concupiscencias. Incluso aparecen nuevos males que antes pensábamos que no existían; pero en realidad estaban tapados por otros males, y ahora aparecen.

Dios, por medio del apóstol Pedro, nos alienta para que sigamos en esa senda del perfeccionamiento deseando como leche espiritual la palabra santa, y que esto es lo recto y debido, porque somos linaje escogido de nuestro Padre Celestial. Que los problemas que surgen no es nada raro que aparezcan, pero debemos seguir, porque cuanto más la Palabra de Dios resuene en nuestras conciencias más veremos nuestra realidad, hasta que seamos mayormente sanados y perfeccionados.

Por eso, no hay que sentirse avergonzado porque hoy surgen como una marea negra todos los males de nuestra vida, sino hay que estar agradecido a Dios porque hemos alcanzado misericordia para perdón de pecados, pero sobre todo, para tener su paz en medio de las dificultades y contrariedades de la vida, pero es sólo hasta que éstas duren.

Pastor Presbítero Pablo Pinto Salamanca,

Consejo Regional de Pastores Evangélicos

de La Araucanía

Según los datos de los Centros Nacionales de Pronóstico Ambiental de Estados Unidos, el lunes 3 fue el día más caluroso de la historia registrado a nivel mundial. El récord era de agosto del 2016 con 16,92 grados Celsius en promedio global, pero ahora fue de 17,01.

Desde diversos centros de investigación se enfatizó que este nuevo récord no es un hito que debamos celebrar y se unió a la información dada a conocer por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que declaró oficialmente la presencia del fenómeno de El Niño, luego de confirmar que por primera vez en siete años se detectaron en el océano Pacífico las condiciones que, muy probablemente, causarán un aumento de las temperaturas y alteraciones meteorológicas este año.

De acuerdo a lo advertido por el organismo, el aumento de las temperaturas se dará sobre todo en los próximos tres meses y persistirá hasta el final de 2023, con una intensidad que "será al menos moderada", pero no se descarta que pueda ser un fenómeno severo.

Los Servicios Meteorológicos e Hidráulicos de distintos países se han comprometido con la OMM a seguir de cerca la evolución de las condiciones de El Niño y las consecuencias que puedan derivar de este.

La OMM está reforzando las capacidades de respuesta de los países que se anticipa serán los más afectados particularmente en África, Latinoamérica y en el sudeste de Asia, ya que uno de los principales efectos podría ser el daño a la seguridad alimentaria y, con ello, la complejidad para enfrentar las malas condiciones de este ámbito que se podrían generar en las zonas afectadas.