Pueblos Mágicos de Chile, un modelo de desarrollo local en proceso de incubación
Cambiar el paradigma e impulsar el despegue económico de pequeñas localidades de la mano del turismo, el emprendimiento y la imaginación, y desde la esfera ciudadanía, es lo que se propone este programa impulsado por la fundación Pueblos Mágicos de Chile, que ya comenzó a trabajar con Cherquenco y pronto investirá bajo la misma figura a Hualpín y a Lautaro (la localidad, no la comuna), para echar a andar una novedosa experiencia que pretende expandirse a todo el territorio nacional.
Tal como lo ha hecho México, España y Ecuador, por estos días, una innovadora experiencia comienza a incubarse en el corazón de pequeñas localidades de La Araucanía, con el objetivo de activar y detonar el desarrollo de la mano del turismo, el emprendimiento, la gestión y la imaginación, y también con la "magia" como el principal motor intangible que todo territorio necesita para ejercer "el atractivo necesario" capaz de cambiar el curso de la economía local y la calidad de vida de sus habitantes.
En esencia, esa es el fin último de la iniciativa "Pueblos Mágicos de Chile", proyecto emprendido por la fundación del mismo nombre, que ya invistió como tal a la primera localidad del país y de la Región, Cherquenco (Vilcún) y que en agosto próximo sumará a Hualpín y a Lautaro (la localidad, no la comuna) a esta inédita experiencia que trata de poner en marcha un modelo de desarrollo local que parta desde la ciudadanía y no desde la institucionalidad.
Esta innovadora y arriesgada apuesta, que ya encontró a sus pioneros en Cherquenco, proviene de la propuesta del magister en educación y diplomado en desarrollo local, Félix Escobar, quien ostenta 30 años de experiencia como consultor de gestión de desarrollo local, experiencia gracias la cual llegó a este programa en el marco de un seminario desarrollado en España, donde él exponía sobre las "comunas emprendedoras" creadas en Chile al alero de los Pladeco y de las unidades de Desarrollo