Mitos argentinos
Si hay alguien que sabe sobre la historia trasandina es el historiador y escritor Felipe Pigna, autor de ya cinco tomos del best seller "Los mitos de la historia argentina" y creador, junto a Mario Pergolini, de la serie documental más vista de la televisión de su país, "Algo habrán hecho".
Hablamos de un verdadero rockstar de la divulgación histórica, responsable además de desmitificar cuánto relato fantasioso se ha contado a sí misma la sociedad argentina. Pigna está convencido que saber la verdadera historia sirve para no repetir los errores del pasado, aunque también dice dudar de la inteligencia humana para no volver a cometerlos.
Los héroes patrios, el rol de las mujeres, los mandatarios, las guerras civiles y los pueblos originarios, Pigna ha escrito de todo y quizás lo más importante en un lenguaje llano y accesible, sin los aspavientos intelectuales tan usuales de la academia. Ganador de los prestigiosos premios Martín Fierro y Clarín por su trabajo en televisión, también ha destacado en Radio Nacional Argentina con su célebre programa de los lunes "Historias de nuestra historia", un podcast que también es furor en Spotify. Allí revisita la historia de su país interpelando las que denomina verdades de manual.
La historia de los mapuche en Argentina, polémica para algunos, también ha sido tema en su programa radial. Les recomiendo especialmente el capítulo dedicado al toqui Calfucura, uno de los principales líderes mapuche del siglo XIX y personaje consular en Argentina. Junto al ensayista Guillermo David y en un capítulo disponible en YouTube, Pigna repasó su vida y trascendencia histórica, política y militar.
El "Napoleón de las Pampas" llegó a ser llamado Calfucura por derrotar en batalla a cuánto ejército fue enviado en su contra desde Buenos Aires -incluida una célebre paliza al propio Bartolomé Mitre- y controlar hacia 1850 gran parte de la región pampeana. Tal fue su poderío e influencia, algo que Pigna destaca a contracorriente de aquellos que lo acostumbran retratar apenas como un violento salteador de caminos. Fiel a su estilo y con abundantes fuentes, Pigna clarifica éste y otros mitos, siendo aquel de "los mapuche son invasores chilenos" el más extendido y vigente de todos.
Pero Pigna y su invitado lo tienen claro.
Los mapuche hacia mediados del siglo XIX no eran chilenos y menos argentinos, eran habitantes de su propio país o territorio que se extendía del Pacífico al Atlántico, no siendo la cordillera ninguna frontera para sus habitantes. Ello lo subraya frente a quienes insisten en referirse a los mapuche como "invasores" en clave nacionalista actual, posición contaminada por las pasadas disputas limítrofes de ambos estados modernos. Ni Chile ni Argentina tenían jurisdicción sobre aquel territorio, imposible que fueran entonces chilenos o argentinos sus habitantes, concluyen. Y tiene razón, aquella población era mapuche o parte de algunas de sus diversas identidades territoriales, como los pewenche de Mendoza o los rankulche de la Pampa.
De paso también desmitifican los malones, caricaturizados como acciones de "pillaje" de los mapuche en las haciendas bonaerenses. No. Ambos aclaran que se trataba de acciones militares mapuche tendientes a frenar una invasión argentina que avanzaba rampante hacia el sur, corriendo la línea de frontera, fundando fortines y alambrando tierra ajena, en franca violación de tratados existentes entre el propio Estado y los lonkos de la época. No podría estar más de acuerdo.