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La historia como herramienta de construcción
Primer acto, un periodo de caos constitucional, con objeto de llevar a cabo un ideario de Estado - Nación; Segundo acto, un pueblo insurrecto, que desconfía y no cree en la institucionalidad; Tercer acto, una polarizada sociedad que plantea dos visiones doctrinarias opuestas.
Aunque no lo parezca, esta descripción de hechos no se refiere al Chile actual, sino, a la formación del Estado y sociedad chilena en el siglo XIX.
Las similitudes del Chile actual, y el de hace 200 años, son escasas, pero en aquellos puntos de coincidencia, donde converge el pasado y el presente, resulta fundamental hurgar en nuestra historia y aprender de ella.
Mientras que en el siglo XIX la sociedad más bien se asemejaba al buen salvaje que plantea Rousseau, actualmente somos herederos y arquitectos de la civilización. No obstante, hay vicios que han permeado todo proceso civilizatorio.
Hoy, como arquitectos de la civilidad, en pleno proceso de transformación de la sociedad chilena, echar un vistazo al pasado y entender la importancia del respeto a las autoridades e instituciones, la moral, los valores y el orden, resultaría bastante provechoso a la hora de construir una cohesionada sociedad, que se funde en el ideal de progreso desde el respeto y la libertad.
Fernando Cartes Martínez, estudiante de Derecho
Paradigmas a la chilena
La última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) reveló algo muy digno de estudio: los chilenos aumentaron su disposición a "despenalización total del aborto", con un aumento del 9% contra el dato del año 2017. Se podría concluir que la sociedad ha progresado en torno a esa materia, pero paradigmáticamente el partido por el cual los chilenos más se sienten identificados es el "Partido Republicano" un partido con una ideología conservadora y que se contrapone no solo al aborto libre, sino también al aborto en tres causales. Un reflejo de esto son las últimas declaraciones de Arturo Squella, presidente del partido en el programa Mesa Central, en el cual planteó que cuando sean mayoría en el Congreso presentarán un proyecto de ley que eventualmente derogue la actual ley de las tres causales, porque atentaría en contra la vida.
Mas allá de entrar en aquella discusión del aborto como tal, la reflexión de esta carta es que este resultado de las encuestas CEP nos deja en evidencia la disociación entre la línea ideológica y la posición política de los chilenos. Pero la explicación principal que eventualmente le podríamos dar a este fenómeno es que Republicanos representaría una sensación de brindar seguridad a la ciudadanía, materializadas en sus discursos e intenciones, por lo que se dejarían en segundo plano luchas de ciertos sectores de la ciudadanía como el aborto, y así se podría replicar en otros tipos de luchas sociales para lograr una mejor seguridad en las calles. Esto es una nueva evidencia de la importancia de la seguridad que necesitan los ciudadanos. Sin seguridad no hay otra cosa más importante en que pensar.
Felipe Jara S.
40 horas laborales
Una encuesta de Gallup, publicada recientemente, mostró que los trabajadores de todo el mundo se encuentran con niveles de estrés históricos, lo que afecta severamente su desempeño laboral y su relación con su entorno. En Chile, esta situación no nos es indiferente y es previsible que el ley que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales contribuya a mejorar esta condición. Es positivo que la ley haya establecido un período de gradualidad, considerando las dificultades de las pequeñas empresas para implementar esta medida.
Otro aspecto importante, es que los trabajadores dediquen estas cinco horas semanales disponibles a actividades de fortalecimiento familiar, descanso y esparcimiento. Ese es el espíritu de esta norma.
En IPChile, como institución de educación, nos hemos adelantado a su aplicación, realizando un esfuerzo que, confiamos contribuirán al bienestar de todos, incluidos nuestros alumnos.
Anamari Martínez Elortegui, rectora de IPChile