Andrea Arias Vega
Luego de que la Superintendencia de Educación Superior (SES) solicitara al Mineduc la autorización para designar un administrador de cierre del IP y CFT Los Lagos, en el marco de la grave crisis institucional por la que atraviesa la casa de estudios, los trabajadores de la sede Temuco denuncian que están viviendo "un drama humano de proporciones", ya que están sin sueldo desde hace tres meses y sin el pago de sus cotizaciones.
Por lo mismo, desde el próximo miércoles 20 estarán en paro, no pudiendo asistir más a la sede presencial tampoco, ya que ayer cortaron el suministro de agua por no pago.
Erika Ulloa, auxiliar de servicio y dirigenta del sindicato nacional, señaló que los trabajadores de la sede de Temuco son 24, pero que nivel nacional son más de 200 (entre las nueve sedes). Además hay que sumar a los profesores que son alrededor de 300.
DRAMA HUMANO
En concreto, los trabajadores explican que su situación laboral atraviesa un difícil momento porque aunque fueron a la Inspección del Trabajo, al no haber una cabeza visible de la institución, literalmente "estamos en tierra de nadie, ya que no podemos ejercer acciones legales, pero tampoco renunciar a nuestros derechos".
Así lo denuncia la dirigenta Erika Ulloa, quien plantea que la figura del administrador de cierre es para garantizar la continuidad de estudios de los alumnos, pero no las fuentes laborales. "Lo que estamos viviendo es una tremenda tragedia porque detrás de cada uno de nosotros hay una familia. Nuestra situación está invisibilizada y para colmo no hay una figura que se haga responsable: estamos en el limbo".
Ulloa explica que para sobrevivir muchos han pedido créditos o hacen "pololitos". "En mi caso nos alimentamos con la Baes de mi hija universitaria y para sobrevivir le voy a hacer aseo a un profesor una vez a la semana, pero no me alcanza".
Por su parte, Margarita Gutiérrez, administrativo desde hace 10 años del IP Los Lagos sede Temuco, postula que en esta fatídica historia hay responsabilidades no asumidas.
"La Universidad de Los Lagos está en silencio, sin asumir la responsabilidad al haber vendido las nueve sedes a la Corporación Kimün, quien luego, sin que supiéramos, se las traspasó a la fundación de Ancalao, quien terminó preso".
El intentar sobrevivir y la incertidumbre han provocado estragos en la salud mental de los trabajadores, convirtiéndose en un peso adicional. "Hemos acudido a la mutual, pero nos dicen que el problema es demasiado grande y que no es de su incumbencia. Entonces, nos ven como una institución, pero no como persona. En mi caso, mi salud está tan deteriorada que yo ya no puedo dormir, sin embargo, la mutual me dice que no es una enfermedad profesional", denuncia angustiada Gutiérrez.
En este escenario, el autodespido o la renuncia tampoco es una salida. "Después de 10 años esta es mi segunda casa. El amor que uno le tiene a los alumnos que ha visto entrar y salir nos hace permanecer aquí, porque además nadie más les daba la cara. Entre Jaime Huincahue y Diego Ancalao destruyeron una bellísima institución que hacía realidad los sueños de muchos alumnos", criticó Gutiérrez.
"Entre Jaime Huincahue y Diego Ancalao destruyeron una bellísima institución que hacía realidad los sueños de muchos alumnos".
Margarita Gutiérrez,, administrativo IP Los Lagos
