Frases
"Queremos que la gente disfrute en familia, por lo que el llamado es a respetar las normas del tránsito".
José Montalva,
"La idea es llegar con la campaña a quienes nos acompañaron en la Liga Dos y a quienes se quieran sumar".
Óscar Cid,
"Queremos que la gente disfrute en familia, por lo que el llamado es a respetar las normas del tránsito".
José Montalva,
"La idea es llegar con la campaña a quienes nos acompañaron en la Liga Dos y a quienes se quieran sumar".
Óscar Cid,
Para muchos, la carne y los bebestibles son dos cosas que no pueden faltar en Fiestas Patrias. Sin embargo, los excesos pueden entorpecer las celebraciones y empañar los panoramas.
El consumo problemático de alcohol conlleva una serie de problemas de salud a corto y largo plazo. En ese sentido, es fundamental reconocer distintas señales para determinar si hay un problema como el deseo incontrolable de beber.
"Una persona con consumo problemático necesita beber cantidades cada vez mayores de alcohol para sentir los mismos efectos que antes experimentaba con cantidades menores", afirma Rodrigo Goycolea, especialista en adicciones e investigador de la Facultad de Odontología y Ciencias de la Rehabilitación de la Universidad San Sebastián.
Según el estudio "Asociación entre consumo de alcohol y exceso de peso entre estudiantes universitarios de América Latina" se evidenció un vínculo entre el consumo de alcohol y la obesidad en la población universitaria.
Samuel Durán, académico de Nutrición y Dietética USS, formó parte del estudio y da a conocer que el alcohol aporta 7 calorías por cada grado alcohólico, por lo tanto, beber en exceso especialmente en fiestas puede tener un efecto importante en la ganancia de grasa corporal a largo plazo.
Comparado con los países OCDE, Chile tiene un consumo medio de alcohol en adultos, pero al mirar a los grupos más jóvenes se identifica un problema. Con el paso del tiempo, esto puede llegar a causar distintos tipos de cáncer, aumentar la susceptibilidad a trastornos del ánimo y también el riesgo de accidentes.
En la víspera de nuestra celebración por estos hermosos años de historia republicana, quiero expresar mi más absoluta gratitud a Dios por tan gran misericordia, con la que nos ha favorecido en estos 213 años. Hemos sido testigos de cómo Dios nos ha dado la gracia para poder sobreponernos a distintas situaciones que hemos enfrentado como país. Desde los albores de nuestra biografía nacional, podemos advertir la intervención divina, proveyendo los medios, los recursos y las instancias para poder despegar en todo orden de cosas.
No obstante, reconozco que hay quienes en esta fecha tan solemne no están en condiciones de celebrar. Lamentablemente es la realidad de muchas familias, que resultaron damnificadas por esta lluvia que nos azotó con una intensidad no vista en más de 30 años. Pero por otro lado está la ineptitud de algunos que permitieron que se revelaran los nombres de 57 testigos protegidos, entre ellos agentes encubiertos, que finalmente permitieron la caída de la célula del Tren de Aragua. Además hay quienes estuvieron lejos de llegar a esta celebración, puesto que de acuerdo a los informes recientes, en Chile se han practicado 4.272 abortos en estos últimos 6 años. Nuestra gratitud a Dios por estos hermosos años, jamás se verá opacada por la tristeza que también nos embarga, de ver una realidad tan irónica de nuestro Chile. Porque claramente celebramos la libertad nacional, sin embargo, muchos mueren en las calles, o por una bala loca, o de un portonazo o definitivamente por un ajuste de cuentas, del que aunque se entiende que es inevitable, al menos el Estado debiera dar la garantía de seguridad a cada ciudadano o de lo contrario una justa condena a los malhechores.
¿Será posible poder volver a ver ese país, en donde imperaba el respeto, la empatía, la solidaridad, la amistad o la pasión por los valores y costumbres patrios? Creo firmemente que es posible, si desde la misma infancia nos ocupamos por dar un vuelco a esta cultura antivalórica, inculcando a nuestras nuevas generaciones que puedan, por sobre todas las cosas, valorar la vida misma. Nosotros no viviremos en esta tierra más de 100 años, sin embargo, también todos nosotros podemos revitalizar nuestra cultura nacional, siendo en las instancias que nos sea posible, y desde los espacios en los que nos desenvolvemos, mejores amigos, padres, esposos, trabajadores, hijos, vecinos, líderes espirituales o políticos.
Obviamente en este desafío, Dios es el único que puede ayudarnos, y es él mismo quien nos dice "Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará" (Salmos 55:22).
Pastor presbítero Pablo Pinto Salamanca,
Consejo Regional de Pastores Evangélicos
de La Araucanía