A 50 años del golpe de Estado en Chile, ¿qué clase de sociedad seríamos si no conmemoráramos esta fecha?, entendiéndola como una oportunidad para reflexionar sobre la memoria, la democracia y el futuro. Por eso desde el Gobierno hemos realizado un llamado a la ciudadanía a sumarse a estas instancias que nos permiten asumir como país esta parte de nuestra historia que es dolorosa, sin negar lo sucedido, y abriendo el diálogo como una manera de sanarnos y fortalecernos como sociedad, aprendiendo de los errores del pasado, para que nunca más en nuestro país se vuelvan a reiterar los horrores de hace medio siglo.

A nuestra cartera el Presidente Gabriel Boric instruyó la instalación de mesas regionales interministeriales. Es así como entre enero y a la fecha la mesa interministerial nos ha permitido articular esfuerzos con instituciones públicas y también con agrupaciones de la sociedad civil, de manera de establecer hitos que impulsen los objetivos expuestos, y que nos convoquen a hacer un recorrido por esta memoria, que en la Región tiene particularidades vinculadas tristemente a las violaciones a los derechos humanos en zonas rurales y comunidades mapuches.

Como resultado de este quehacer y con una visión de largo plazo esperamos instaurar una política de Estado en torno a la memoria, y que se transforme en un aprendizaje y legado de estos 50 años, pensando sobre todo en las generaciones futuras y su desarrollo democrático.

Es, sin duda, importante hacer un reconocimiento con respeto a las organizaciones de derechos humanos y de familiares, que durante estas casi cinco décadas han luchado por verdad y justicia y han demandado al Estado, el cual no siempre ha estado a la altura.

En este sentido, es necesario mencionar el Plan Nacional de Búsqueda que el Presidente Gabriel Boric anunció el 30 de agosto pasado y que tiene como objetivo esclarecer las circunstancias de desaparición y/o muerte de las personas víctimas de desaparición forzada, de manera sistemática y permanente, de conformidad con las obligaciones del Estado de Chile y los estándares internacionales.

Como país debemos propender hacia una mirada común de sociedad, comprometiéndonos a avanzar en las deudas pendientes en materia de justicia, verdad, memoria, respeto y garantías de no repetición relativas a las violaciones a los derechos humanos ocurridas en dictadura, haciendo un llamado a la comunidad a ser parte de un nutrido programa de actividades e hitos que convocan a una reflexión profunda y que, por cierto, se extenderán más allá del 11 de septiembre.

Derechos humanos y respeto a la soberanía ciudadana expresada en las instituciones de la República, ha sido el camino de los países en occidente, que salvaguarden la libertad de expresión religiosa, económica, política y cultural, que permite el desarrollo de las personas en libertad. Libertad para la diversidad de pensamiento político, sin olvidarnos que compartimos un futuro en democracia. Por último, nuestro país debe entender que no hay verdadera libertad si no hay democracia.

Eric Iturriaga Gutiérrez,

seremi de las Culturas, las Artes y

el Patrimonio de La Araucanía

La venta de medicamentos en ferias libres o negocios de barrio es una práctica que lamentablemente se ha ido extendiendo y hoy es fácil adquirir fármacos que normalmente sólo deben venderse en farmacias y con receta médica. Y no se trata de compuestos de baja complejidad, como tradicionalmente lo eran los paracetamoles o las aspirinas, sino remedios que sólo pueden adquirirse en locales autorizados y con el correspondiente documento emitido por un médico, ya que su uso, sin el control de un especialista, puede provocar daños a la salud.

De ahí que constantemente la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la Policía de Investigaciones de Temuco está realizando operativos tendientes a sacar del mercado informal estos productos, dada la peligrosidad que revisten para quienes los adquieren. Esto porque a la venta sin ningún tipo de supervisión de medicamentos de todo tipo se agrega también el que no cuentan con la trazabilidad sanitaria respectiva, que en definitiva permite asegurar la calidad del producto que se comercializa o que este no se encuentre descompuesto.

Sin embargo, más allá de los controles que puedan hacer las policías, los usuarios deben entender los peligros que reviste el comprar y consumir medicamentos de manera informal. Por ello, solo se deben adquirir en lugares autorizados para su expendio, como las farmacias, y en caso de que se trate de fármacos con supervisión médica, comprarlos solo si es que el médico los ha recetado y seguir las recomendaciones que entregó el especialista. De ello dependerá no complicar aún más la salud.