Desafíos del comercio regional y el papel de la política pública
Es fundamental entonces que la política pública pueda desempeñar un papel crucial en el impulso, acompañamiento y apoyo al comercio.
Si analizamos los desafíos del comercio de largo plazo, si bien el comercio electrónico podría representar una amenaza para las tiendas físicas dado que los consumidores pueden optar por comprar en línea y no en espacios tradicionales, los hábitos de compra están evolucionando y la demanda de experiencias personalizadas se está incrementando, esto implica adaptación.
Por otra parte, la presión para adoptar prácticas comerciales más sostenibles como la reducción de residuos, la gestión responsable de recursos, la adopción de tecnología como puntos de venta avanzados y análisis de datos, es esencial para mantener la competitividad. Ante la creciente dependencia de sistemas digitales el comercio minorista también afronta riesgos de seguridad cibernética que debe encarar.
Para afrontar estos desafíos y riesgos, el comercio debe adaptarse, diversificar sus ofertas y adoptar estrategias innovadoras en un entorno comercial en evolución donde las tendencias demográficas, como el envejecimiento de la población, pueden influir en los productos y servicios demandados por los consumidores.
Un riesgo creciente y contingente es la delincuencia, lo que requiere implementar sistemas de seguridad para disuadir y proporcionar evidencia en caso de incidentes, invertir en iluminación adecuada, contratar personal de seguridad capacitado, limitar accesos a áreas sensibles de los negocios y establecer relaciones con la comunidad local participando en programas de prevención del delito puede ayudar a crear un entorno más seguro y fomentar la cooperación con las autoridades locales.
Sin embargo, lo anterior incrementa notablemente los costos de operación en momentos de coyuntura económica complejos como los que hoy vive esta actividad.
Es fundamental entonces que la política pública pueda desempeñar un papel crucial en el impulso, acompañamiento y apoyo al comercio, por ejemplo, generando certezas en la política fiscal e impositiva, ofreciendo programas de capacitación y asesoría empresarial dirigidos principalmente a pequeños minoristas para potenciar sus habilidades de gestión y competitividad.
La inversión en infraestructura de transporte y acceso para facilitar la cadena logística y la llegada de clientes a las áreas comerciales, fomentando la seguridad con personal y tecnologías que impacten en la confianza de los consumidores y busquen mitigar la delincuencia. Es crucial además el apoyo público al turismo con el fin de aumentar la afluencia de público, beneficiando a la economía local.
En consecuencia, el esfuerzo es conjunto y colaborativo donde políticas públicas adecuadas que potencien al comercio pueden tener un impacto positivo en el crecimiento económico y la creación de empleo, siempre que sean diseñadas de manera integral y considerando las necesidades específicas de este sector.
Humberto Salas Jara,
miembro del directorio
Cámara de Comercio,
Servicios y Turismo de
Temuco A.G.