Participación laboral de mujeres
Las mujeres acceden a trabajos más precarios y peor pagados respecto de los hombres. Compatibilizar la vida familiar con el trabajo es la mayor barrera que tienen las mujeres en materia laboral.
En Chile, la participación de las mujeres en el mercado laboral iba en aumento, si se considera que en 1990 la fuerza laboral femenina alcanzaba un 31% y hasta antes de la pandemia de covid promediaba el 48%.
Sin embargo, a pesar del crecimiento económico y los factores condicionantes que podrían posibilitar su incremento, es todavía una de las participaciones más bajas en América Latina y entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). No obstante el aumento de participación, a igualdad de condiciones con el hombre hay una brecha laboral que perjudica a la mujer, cuestión que se ha analizado con profusión, pero no se ha logrado resolver. Las mujeres acceden a trabajos más precarios y peor pagados respecto de los hombres. La participación femenina en el mercado del trabajo se redujo con la pandemia, ya que fueron las que sufrieron más despidos y que en las fases de cuarentenas se quedaron en casa atendiendo a los hijos.
Compatibilizar la vida familiar con el trabajo es la mayor barrera que tienen las mujeres en materia laboral, como lo demostró el estudio "Cambios sociales y empleo femenino", elaborado por la Asociación Chilena de Seguridad.
Diversas condicionantes han llevado a las mujeres jóvenes a asumir la jefatura de la familia, ya sea por separación del matrimonio, asumiendo ella la custodia de los hijos, o por la salida del padre para ir a trabajar a otra ciudad. En los últimos años la queja ha estado casi circunscrita a la violencia y la agresión sexual, pero es palpable que el tema es más de fondo y complejo. Hay una discriminación cultural que es necesario cambiar, y sin duda será una tarea de largo aliento.