"Esta es la tercera vez que voy a tocar a Alemania"
El exniño prodigio de Temuco, hoy pianista y máster en música de la Universidad de Cristiana de Texas, se apresta para cerrar el año con cuatro conciertos internacionales en las ciudades de Hamburgo y Luneburgo. De cara a este compromiso, el talento nacional comparte lo que han significado los dos "nacimientos" que han marcado sus días en la capital de La Araucanía, el de su hijo Rafael y de la Academia de Música Alexander que fundó junto a su esposa.
El nombre del pianista temuquense Marco Antonio Cuevas Riffo figura por estos días en las carteleras de dos ciudades alemanas: Hamburgo y Luneburgo, ciudades a las cuales está a punto de viajar para celebrar una mini gira de cuatro conciertos (del 10 al 17 de noviembre), tres de los cuales - comenta - ya están con las entradas agotadas.
Casi cuatro años después de su regreso a la capital de La Araucanía desde Estados Unidos, donde se tituló como "master of music & piano performance" al alero de la Universidad Cristiana de Texas, Marco Antonio comparte cómo sus planes familiares fueron modificados por la pandemia, cómo ha sido hacer música desde el sur de Chile y el significado que tiene hoy el nacimiento de su hijo Rafael y de la academia de música bilingüe que fundó junto a su esposa, la violinista, Pamela Jofré Betancourt.
- Marco, ¿cómo será la mini gira a Alemania 2023?
- Esta es la tercera vez que voy tocar a Alemania. Me contactaron a comienzos de año. Allá las cosas se hacen con bastante anticipación, de un año para otro o más, y se pudo lograr esta invitación para dar cuatro conciertos que serán en el norte del país, en las ciudades de Hamburgo (Hamburg) y Luneburgo (Lüneburg); en esta última ciudad son tres las presentaciones, serán en el Museo de Arte Moderno de la ciudad y en un equivalente a un comunity college o 'escuela del pueblo'. En tanto, el concierto de Hamburgo será la sala del Centro C. Bechstein, que es una fábrica de piano bien conocida en Alemania.
- Junto a tu esposa, la violinista Pamela Jofré, regresaron a Temuco momentáneamente para reconectar con las familias, pero con intenciones de continuar sus carreras en España. El asunto es que llegó la pandemia y hoy permanecen en La Araucanía. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Se afincaron aquí?
- De momento nos quedamos acá. Ha sido bonito para compartir con la familia. Nuestros planes eran permanecer sólo un año, pero a los meses llegó la pandemia y eso nos tuvo sin actividades. Todo el mundo sabe lo duro que fue para los músicos. Hacer un concierto era impensado o cualquier actividad presencial. Y bueno, hace un año nació nuestro primer hijo. Este ha sido un tiempo muy familiar.
- De hecho, en esta etapa hubo dos nacimientos para ustedes. Un hijo y una academia de música. Primero, ¿puedes contarnos de tu hijo?
- Sí. Mi hijo se llama Rafael. Hoy tiene un año y 9 meses. Estamos felices con él. Ha sido muy bonito vivir la paternidad aquí en Chile junto a nuestras familias, es algo que queríamos hace tiempo y si hubiera nacido en España no habría sido lo mismo. Ha sido un tiempo muy bonito. Lo disfrutamos cada día.
- Y lo de la academia ¿cómo surge?
- La idea de la academia es de mi esposa: Pamela Jofré Betancourt. Surgió bajo la premisa de cómo hacer algo distinto a lo que había. El objetivo fue levantar una academia de alto rendimiento y que fuera de enseñanza bilingüe (español-inglés). La academia de llama Alexander Music Academy en honor a una familia que nos recibió a nosotros por muchos años en Estados Unidos. Ellos son Charles y Betty Alexander, misioneros que vivieron en Chile 30 años. Ellos me recibieron como a un hijo. Es gente muy generosa y amante de la música. Entonces, quisimos hacerles este homenaje.
- ¿Cómo funciona este proyecto?
- Decidimos incluir el inglés por lo importante que se vuelve cada día. Toda persona aquí puede tomar clases en inglés, mitad y mitad o sólo en español. Esta academia está abierta a personas de todas las edades porque queremos darle oportunidad a todo el mundo. Cuenta con clases privadas y grupales, que es algo que vimos mucho en Estados Unidos y Europa, y que ayuda mucho a los estudiantes, incluso para desenvolverse en el escenario, les facilita el compartir y tocar para otros. Esta academia abarca clases de violín, piano y guitarra.
- Marco, post pandemia, ¿cómo ha estado la actividad musical para ti?
- Gracias a Dios desde el año pasado se ha abierto mucho la actividad musical y, bueno, he tocado desde Viña del Mar hasta Puerto Varas, incluida Valdivia. En Santiago he tocado mucho. Lo curioso es que la ciudad en la que menos he tocado es Temuco. Di un solo concierto en el Colegio Bautista para el centenario del establecimiento. Pero no he hecho un concierto en la ciudad desde el año 2019.
- ¿Tienes otros proyectos o compromisos en el horizonte?
- El año 2023 lo estoy finalizando con esta mini gira por Alemania. Y para 2024 tengo programado viajar a Portugal a un festival, que es una invitación que tengo pendiente desde 2020, pero que producto de la pandemia se ha ido postergando. Ese compromiso tiene que ver con un concurso que gané en Marruecos. Uno de los premios era ir a tocar a este festival en Portugal. Así que el próximo año todo indica que lo podremos hacer realidad.
- Marco, ¿cómo te llevas con esta etapa donde te desenvuelves como músico y profesor? ¿Te gusta estar en ambas facetas?
- Sí, pasa que uno aprende mucho enseñando igual, es una cosa de la que uno se va dando cuenta con el tiempo, independiente del nivel en el que enseñes, uno siempre aprende; te das cuenta tal vez de cosas que no hacías muy bien. Uno va aprendiendo de los alumnos que tiene. Eso es algo bien bonito. A Pamela le gusta mucho la enseñanza y eso ha calado harto en mí.
- Queda muy poco para tus compromisos en Alemania. A propósito de estos, ¿qué repertorio llevas para compartir con el público alemán?
- Son dos programas distintos. Como repito un recital en una de las ciudades hay música desde Beethoven hasta Debussy, pasando por Granados y Albéniz. Incluyo estos compositores españoles porque gustan mucho en los países nórdicos. Es bien llamativo para ellos todo lo iberoamericano. Así que intento llevar un rango bien amplio de composiciones para tocar en los conciertos. De hecho, me acaban de informar que sólo quedan entradas para el último, los otros ya están vendidos, lo que es muy bueno para mí.
"Gracias a Dios desde el año pasado se ha abierto mucho la actividad musical y, bueno, he tocado desde Viña del Mar hasta Puerto Varas, incluida Valdivia. En Santiago he tocado mucho. Lo curioso es que la ciudad en la que menos he tocado es Temuco".