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La mediática llegada a la meta del fondista de la comuna de Saavedra, Hugo Catrileo, en la maratón de los recientes Juegos Panamericanos Santiago 2023 fue simplemente un regalo y un triunfo para el país y para los territorios que lo componen.
Ese momento marcó el comienzo de una experiencia que hoy deja bien puesto el nombre de Chile, hereda nueva infraestructura para la actividad deportiva y abre una serie de expectativas, especialmente, para las comunidades regionales, que ven en este momento la oportunidad perfecta para hacer transformaciones y perfeccionar el "ecosistema deportivo".
Así lo cree el presidente de la Federación Atlética de Chile, Juan Luis Cárter; la seleccionada nacional de vóleibol, Dominga Aylwin y el jefe de la carrera de Educación Física de la UC Temuco, Alexis Caniuqueo, quienes coinciden en que los juegos 2023 representan el envión ideal para mejorar las condiciones del sector en cuestión, de norte a sur, no sólo por los recintos de alto estándar que quedan a disposición, sino porque es el tiempo perfecto para mirar cómo se está trabajando y conectar todo aquello que hoy representa un cabo suelto en el entramado deportivo, siempre en beneficio de las actuales y futuras generaciones.
RENTABILIZAR
"Yo destacaría tres o cuatro cosas que nos dejan estos Panamericanos Santiago 2023", comenta el dirigente y técnico Juan Luis Carter: "lo relevante que el país haya sentido lo que significa el deporte en lo profundo, donde la televisión, los programas, las conversaciones cotidianas se vieran positivamente afectadas por el deporte. Segundo, hay una decisión política frente a un evento internacional, de apoyar y poner los recursos que terminan siendo el doble de lo presupuestado. Eso demuestra que no somos tan eficientes, pero sin duda hubo voluntad y se sacó adelante. Tercero, la infraestructura que es un legado inmenso que va a quedar, con lo cual se avanzó mucho. Después, destaco la cantidad de público convocada. El atletismo, especialmente, demostró que arrastró más audiencia que un clásico. Con 170 mil espectadores en tres días. Esto se conjuga con los esfuerzos que la federación ha hecho, porque nosotros partimos con 4.800 atletas hace 8 años y hoy tenemos 49 mil 563 atletas. Entonces, hubo un crecimiento exponencial de la gente que practica atletismo".
A juicio de Carter, también vale la pena subrayar el resultado de los atletas en un calendario que fue muy bien planificado, y donde los deportistas nacionales pudieron medirse con algunos de los mejores del planeta y frente a su público. Y está, agrega, el impacto en el turismo, donde la aprobación ciudadana a estos juegos fue altísima. "Yo diría que estos juegos fueron muy exitosos y aquí ganamos todos", recalca.
En opinión del presidente de la Fedachi, el asunto ahora es cómo hacer uso de los espacios físicos que quedaron y cómo rentabilizar de manera sostenible los beneficios que obtenemos de todo esto: "¿cómo proyectamos y cómo todo esto se recoge en los territorios, en las regiones", agrega.
Respecto a cómo rentabilizar lo que nos deja Santiago 2023, Carter opina que "aquí tiene que haber una asociatividad entre la federación y las asociaciones de regiones, entre el gobierno central y los gobiernos regionales. Y si a ese círculo virtuoso le incorporamos el mundo privado; esa triada siempre va a ser exitosa. Hoy, lo que necesitamos son asociaciones regionales, que el tejido deportivo local, que las corporaciones municipales funcionen consiguiendo capital externo y que se involucre al mundo privado para potenciar nuestro deporte".
A su entender para fortalecer el ecosistema deportivo lo ideal es mejorar los modelos y sistemas existentes, porque a su modo de ver el sistema de alto rendimiento chileno es malo. "Lo digo porque fui atleta y dirigente", comenta Juan Luis Carter. "El sistema es deficitario y no diferencia entre deporte colectivo e individual (…). Hoy no existe un modelo que permita evaluar, descubrir y formar talentos. Allí hay un tema que debería generarse y La Araucanía para mí tiene un gran desarrollo deportivo en relación a la cantidad de habitantes, recursos y familias. Significa que hay un gran capital allí. De hecho, los mejores fondistas están aquí. Entonces, alguien tiene que hacer esta lectura. Ya tenemos nuevos ídolos, ahora necesitamos promover el desarrollo y para ello tenemos que generar modelos de desarrollo de alto rendimiento".
FALTA MUCHO
El "efecto panamericano" es altamente valorado entre los propios deportistas y abre oportunidades para cambiar la historia nacional y regional, para mejor. Así lo cree la temuquense seleccionada nacional de vóleibol, Dominga Aylwin.
"Yo confío - opina Dominga - que esto tendrá un efecto positivo para el deporte nacional. En cuanto a infraestructura, tener buenas canchas y recintos de primer nivel ayudará a cuidar la salud y minimizar las lesiones. Tener una cancha de buen nivel influye mucho. Creo que desde ese punto de vista estos juegos nos dejan un cambio positivo para muchos deportes, y para las actuales y futuras generaciones".
Así como lo ve esta voleibolista fichada para jugar en la liga brasileña, ojalá las autoridades y la misma comunidad confirmen que el deporte en Chile es una actividad que merece un mayor desarrollo y que se pueden lograr grandes cosas. Y que en los meses venideros el acceso a la infraestructura de primer nivel que queda se abra a todas las regiones.
"Más allá del buen momento", confiesa, "creo que en la Araucanía falta mucho todavía. En todas partes se hace mucha actividad física y deportiva, pero falta subir las horas de educación física a la semana, porque cada vez hay menos. En el deporte hay futuro, pero todo dependerá de hacer gestión, política pública y el apoyo del mundo privado".
VISIÓN ESTRATÉGICA
Otro de los asuntos a dialogar y mejorar en pos del desarrollo deportivo, acota Juan Luis Carter, es el compromiso de las universidades y establecimientos educacionales, que a su parecer tiene que expresarse con el "alto rendimiento" a través de proyectos, becas y mayor vinculación con el entramado que conforman asociaciones, federaciones y el mundo público.
En coincidencia con el presidente de la Fedachi, el jefe de la carrera de Educación Física de la UCT, Alexis Caniuqueo, cree que a las instituciones educativas les hace falta una apertura a trabajar en comunidad algunas estrategias para procurar desarrollo del deporte regional. Allí, dice, realmente los colegios, escuelas, municipios y universidades aún están al debe, lo que no se condice con una realidad regional en la que a diario se consume mucho deporte, no solo desde la práctica sino también desde las tribunas.
A su parecer, canalizar el "efecto panamericano 2023" será clave. "La visión estratégica que se tenga ahora desde las políticas públicas y de la autoridad, acerca de cómo se abordará la utilización de la infraestructura que queda será crucial. Si no hay un plan de utilización esta infraestructura se podría perder. El asunto finalmente es cómo esto se asigna a un nuevo proyecto deportivo país que incluya a las regiones. Todo dependerá de la propuesta pública respecto de un plan estratégico actualizado", precisa Caniuqueo.
El jefe de carrera enfatiza que este es el mejor momento para perfeccionar nuestro sistema de desarrollo deportivo.
"Hay que aprovechar este minuto, porque la formación integral del ser humano no sólo esté dada por los conocimientos convencionales, sino por la formación física, mental y emocional, porque el deporte ha demostrado ser un aporte en este sentido para los que lo practican y quienes lo observan. Estos juegos figuran un compromiso fuerte con la educación, desde los colegios, municipios y universidades para que colaboren en la instalación de políticas deportivas, por ejemplo, a través del incremento de horas de educación física, que son posibles. En este sentido, los municipios tienen cierta autonomía para generar cambios a través de decretos u ordenanzas municipales. Se puede hacer", recalca el profesor y doctor en motricidad humana.