Unidad Evaluadora de Pacientes Imputados asegura que en 14 años "las fugas son mínimas"
Si bien en menos de cuatro meses se han producido dos situaciones de emergencia, dado en junio pasado un interno subió al techo del recinto para llamar la atención de su esposa y, ahora, a comienzos de noviembre, se fugó otro que debía volver a tribunales, las jefaturas responsables de la UEPI Temuco sostienen que las huidas son hechos marginales a lo largo de la historia de la unidad. Pese a ello, confirman que existe hoy una investigación de la Fiscalía en curso y otra liderada por el Servicio de Salud Araucanía Sur; mientras en paralelo se trabaja para resolver la eventual fisura que pudo haberse producido en el protocolo de seguridad.
En Temuco, cuando un imputado presenta un requerimiento ante el juez y el Tribunal de Garantía sospecha de una posible "enajenación mental", este lo deriva a la Unidad Evaluadora de Pacientes Imputados (UEPI), recinto dependiente del Servicio de Salud Araucanía Sur que entre junio y noviembre ha presentado dos emergencias o vulneraciones a su sistema de seguridad. Y donde, a raíz de la última existen dos investigaciones en curso para entender lo ocurrido y corregir las faltas que pudieron cometerse.
La primera situación ocurrió el 4 de junio, cuando un interno subió al techo del recinto ubicado en la Avenida Prieto Norte para exigir tomar contacto con su esposa en Laja, quien lo había denunciado por violencia intrafamiliar. Este hecho que generó un amplio operativo que movilizó a bomberos y policías. El segundo, en tanto, fue derechamente la fuga de un hombre imputado por incendio, así como por femicidio y parricidio frustrado, el 2 de noviembre, justo cuando estaba evaluado y en condiciones de volver a enfrentar el tribunal; y quien - diez días más tarde - fue capturado por personal Carabineros de Temuco a raíz de un control de identidad del cual también huyó, pero sin suerte.
Si bien ambos hechos son reconocidos por el Servicio de Salud Araucanía Sur (SSAS), organismo del cual depende administrativamente la UEPI, las autoridades responsables de la unidad aseguran que se trata dos de hechos aislados que no revisten alarma alguna, sí la corrección de las fisuras que pudieron producirse en los protocolos de seguridad existentes, porque en los 14 años de existencia del establecimiento las fugas son mínimas o marginales, y el trabajo del equipo profesional y técnico que allí labora habla por sí solo.
A juicio del subdirector médico del SSAS, doctor Pablo Valdés y de la jefa técnico de la UEPI, doctora Sonia Méndez, la unidad ha cumplido con la tarea encomendada, la cual no es otra que recibir a las personas que deriva un tribunal por sospecha de enajenación men-