Ufro y Reserva La Fusta sellan alianza para recuperar 2 mil hectáreas de bosque quemado
APORTE. También se buscará investigar la reintroducción del ciprés de la cordillera, una especie de importancia ecológica.
En el año 2002 un mega incendio de los Mallines del Lolca, que afectó al Parque Nacional Conguillío, consumió unas 4.800 hectáreas, incluidas grandes superficies de bosques de araucaria y araucaria-lenga.
También, impactó a otros predios colindantes, como La Fusta, en donde unas 2.300 hectáreas fueron consumidas por las llamas. Esto significó perder aproximadamente el 25% de la extensión total de lo que hoy es una reserva forestal.
Un propósito de largo plazo, al cual se suma hoy la Universidad de La Frontera tras la reciente firma de un convenio de colaboración.
Esta colaboración es coordinada por una comisión encabezada por el Dr. Ricardo González, académico y director del Departamento de Ciencias Forestales de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente de Ufro, y Cristián Wagner Mayr-Melnhof, representante de La Fusta.
"La alianza entre nuestra institución y la Reserva La Fusta permitirá llevar a cabo acciones coordinadas para la rehabilitación de las áreas afectadas. Implementaremos estrategias de reforestación, incluyendo la plantación de especies nativas y la protección de los renovales (brotes) existentes. Adicionalmente, llevaremos a cabo investigaciones científicas para monitorear el desarrollo de la vegetación y evaluar el impacto de las intervenciones realizadas", explica el Dr. Ricardo González de la Universidad de la Frontera.
Por su parte, desde La Fusta, su representante Cristián Wagner Mayr-Melnhof, precisa que el acuerdo celebrado entre la Ufro y Reserva La Fusta "permite trabajar colaborativamente con los distintos cuerpos científicos y académicos de la universidad, en beneficio de la recuperación de las áreas quemadas y lograr el paulatino repoblamiento del bosque nativo. Es un proyecto ambicioso, pero estamos seguros de que, con la colaboración de la universidad podremos avanzar en forma sostenida en lograr el objetivo final".
Próximos pasos
El trabajo conjunto permitirá, además, convertir a La Fusta en un lugar de intercambio de conocimientos para la preservación de la biodiversidad, colaborar con la comunidad local y salvaguardar espacios dentro de la reserva.
Así, será también un laboratorio natural para prácticas e investigación en temas de conservación y preservación de la naturaleza para estudiantes de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad de La Frontera.
A su vez, se buscará investigar la reintroducción del ciprés de la cordillera, una especie catalogada en la categoría NT, es decir "casi amenazada" a nivel nacional, como consta en el Decreto Supremo Nº 42/2011 del Ministerio del Medio Ambiente. Este árbol es de suma importancia ecológica, merced a su adaptabilidad a condiciones extremas de clima en un contexto de cambio climático.
"La colaboración para la recuperación de bosque nativo quemado demuestra nuestro compromiso con la preservación del medio ambiente y la biodiversidad".
Eduardo Hebel,, rector Universidad, de La Frontera
2.300 hectáreas del predio La Fusta fueron consumidas por las llamas en el incendio ocurrido el año 2002.