La multitudinaria celebración de San Sebastián en Puerto Saavedra y el recuerdo de sus 80 muertos
TRADICIÓN. "Los fieles llegan para participar en la eucaristía en la iglesia Sagrado Corazón, aprovechando luego de visitar las ferias y pasear, disfrutando de nuestros maravillosos paisajes, donde confluyen el mar, el majestuoso río Imperial y el Budi, el único lago salado de Chile", dijo el alcalde Juan de Dios Paillafil.
Los motivos para concurrir hasta Puerto Saavedra con el fin de celebrar la festividad de San Sebastián son múltiples, indica el alcalde de la comuna, Juan de Dios Paillafil: religiosidad, fervor popular, el "pago" de mandas, turismo y también recordar la tragedia que enlutó a la comuna por allá por el año 1948. En la actualidad, dijo, "son miles las personas que llegan desde distintos puntos de la región para participar en la eucaristía que se lleva a cabo en la iglesia Sagrado Corazón y posteriormente para visitar las ferias y pasear por este hermoso territorio de La Araucanía, donde aparte de los maravillosos paisajes, confluyen el mar, el majestuoso río Imperial y el Budi, el único lago salado de Chile".
TRAGEDIA
Sobre la tragedia del año 48, el alcalde Paillafil, según los datos históricos, recuerda: "Eran las 23.15 horas del 19 de enero, y el barco Cautín navegaba hasta Saavedra, trasladando por el Imperial, desde Carahue y puntos intermedios, a cientos de fieles que viajaban para participar de las celebraciones católicas por el santo, que se desarrollarían al día siguiente, es decir, el 20 de enero. También había personas que se movilizaban esa noche para tomar parte en las fiestas, ramadas y ferias que se realizaban en diferentes lugares, aprovechando la gran multitud que congregaba la festividad".
Agregó que "como era costumbre en la fecha, Puerto Saavedra estaba preparado para recibir a los vecinos de la comuna y a los visitantes, por lo que todo era alegría y jolgorio; sin embargo, el destino y también la negligencia con que se procedió, porque el barco venía haciendo agua desde su zarpe, cambiaron de golpe no solo la celebración sino la vida de muchos, por cuanto en la tragedia se ahogaron ochenta personas".
"De acuerdo con los testimonios registrados en la prensa de la época, el barco se sobrecargó y zarpó con su línea de flotación bajo la superficie del agua, por lo que la navegación del Cautín era a simple vista muy peligrosa, hasta que en el sector Vende Patos, no resistió más el enorme peso que llevaba, hundiéndose y cobrando decenas de vidas", explicó.
DESARROLLO
"Hoy, lo acontecido el año 48, es solo un mal recuerdo, que se conmemora con respeto, pero lo más destacable es que la festividad se ha continuado celebrando de manera multitudinaria y con muchas más facilidades, por todo el desarrollo que ha logrado Saavedra en los últimos años", finaizó.



