Llaitul declara en primer día de juicio y reafirma que es un "prisionero político"
JUDICIAL. El líder y vocero de la Coordinadora Arauco-Malleco renunció a su derecho a guardar silencio. Tomó un micrófono, se puso de pie y se refirió a los hechos que se le imputan.
Por alrededor de una hora se extendió la declaración de Héctor Llaitul en la primera jornada de juicio en su contra, en el tribunal de Temuco.
El líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) vivió ayer la primera jornada del juicio oral en su contra, en su calidad de acusado por tres delitos de Ley de Seguridad del Estado por incitación y apología a la violencia; además de atentado armado contra Carabineros, usurpación violenta de un predio y hurto de madera ubicado en la comuna de Cholchol.
El juicio contra Héctor Llaitul partió ayer y se extenderá por 29 días hábiles.
La Fiscalía está pidiendo que el dirigente mapuche sea condenado a 25 años de cárcel. Por su parte, la defensa adelantó que pedirá que Llaitul sea absuelto.
Qué dijo llaitul
Héctor Llaitul renunció a su derecho a guardar silencio y partió declarando a eso de las 12:15 horas de ayer, recordando que es nacido en Osorno y que es descendiente una familia de mapuches-pehuenches.
"Se busca, de parte de la institucionalidad chilena, una condena respecto de lo que yo represento", aseguró.
"Soy perseguido por expresar ideas o planteamientos políticos o culturales relacionados con el conflicto entre el pueblo-nación mapuche y el Estado Chileno", comentó Llaitul.
"Reafirmo mi condición de mapuche y de werkén (...) y en mi calidad de vocero de una organización, yo expreso lo que soy mandatado por una organización de tipo tradicional (...) el mapuche rakiduam (pensamiento) y el mapuche kimun (conocimiento) es lo que me tiene aquí en calidad de prisionero político por parte del Estado Chileno", agregó el vocero de la CAM.
El líder de la CAM abordó la acusación por Ley de Seguridad del Estado, justificando que los dichos o declaraciones en donde él reivindica atentados y llama a realizar acciones violentas, que no son delitos porque obedecen a un pensamiento colectivo, lo que califica como un "choque cultural" con las leyes chilenas.
"Sigue habiendo un choque de culturas y no nos podemos entender entre la sociedad chilena y el pueblo-nación mapuche, porque parece que la reivindicación de la Nación Mapuche es sujeto de prejuicios, de antagonismos y tal vez de guerra", dijo.
"Se busca, de parte de la institucionalidad chilena, una condena respecto de lo que yo represento (...) soy perseguido por expresar ideas o planteamientos políticos o culturales".
Héctor Llaitul,, líder y vocero de la CAM
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