Correo
Teletrabajo
El 13 de marzo cumplí 4 años de teletrabajo. Una ruptura a la estructura clásica de la actividad que mantiene a un país y también la estabilidad económica y mental de muchos. Con sus ventajas y complejidades, es una nueva forma de habitar el mundo. Podría hasta considerarse una situación pequeño burgués -diría Pasolini-, pero lo cierto es que todo trabajo conlleva lo típico: que funcione y siga en orden. Ningún trabajo es perfecto, y el que dijo que el que estudia lo que ama no trabaja un día en su vida, me gustaría conocerlo personalmente. Para qué hablar de las enfermedades propias de sentarse a revisar el computador desde cualquier lado, el ser freelance o el hecho de muchas veces hacer la pega en silencio. Ni hablemos del dinero, que tampoco me quejo. Son las reglas del juego.
Más bien, pienso en cómo nos olvidamos tan fácil de los efectos positivos que tuvo durante el encierro, mientras veo por redes sociales a tantos colegas o conocidos que se quejan de situaciones obsoletas que podrían evitarse con la hibridez, aunque sea un día a la semana, para evitar calentar el asiento por cumplir horas, solo por darle el beneplácito a un jefe que le gusta tener el rebaño ordenado frente a sus ojos. Se puede trabajar desde lejos, con responsabilidad, cumpliendo con la calidad que se exige.
Ojalá no tenga que venir otra pandemia para que los trabajos vean que pueden dar opciones que aseguran aspectos esenciales de nuestros tiempos como la salud mental y la libertad. Porque hay que trabajar, pero por sobre todo y ante cualquier circunstancia, vivir después del trabajo.
Ricardo Olave-Montecinos, periodista y poeta
Caída del crédito
Las altas exigencias que solicitan las instituciones financieras se esgrimen como argumento recurrente cuando se explica el descenso en las colocaciones de créditos hipotecarios. Sin embargo, la política de los bancos no ha sufrido grandes variaciones.
Lo que sí ha cambiado significativamente es el valor de la UF: si a principios del 2020 ésta tenía un valor cercano a los 28 mil pesos, hoy bordea los 37 mil. Índice que repercute directamente en el costo de los dividendos y el valor de las propiedades.
Aunque a primera vista pareciera que la banca sí es responsable, lo cierto es que el parámetro dividendo-renta, que históricamente se ha manejado en torno al 25%, es el criterio que más pesa a la hora de aprobar o rechazar un préstamo hipotecario. Y si hace cuatro años una persona necesitaba un ingreso de 1.6 millones para una vivienda de 3 mil UF, hoy requiere 2.4 millones. En ese sentido, el aumento en la tasa de rechazo de los créditos por parte de la banca hipotecaria, sería sólo un reflejo de la pérdida del poder adquisitivo que han sufrido las familias, producto de la inflación.
Sergio Barros
Compostaje de productos de un solo uso
La nueva ley que a contar de agosto prohibirá los productos y envases de un solo uso en sitios de expendio de comida, tales como fuentes de soda, restaurantes de comida rápida y food trucks, tendrá un negativo efecto en términos medioambientales.
Es entendible y deseable la eliminación de estos productos si están hechos de plástico, sin embargo, la ley también incluye a aquellos fabricados con papel y cartulina, esto es, aquellos que son reciclables y compostables.
En un país que busca avanzar en el reemplazo de envases de plástico por materiales sustentables, el papel y la cartulina tienen un rol fundamental por su origen vegetal, reciclabilidad y compostabilidad, siendo una mala señal meterlos en el mismo saco como lo hace esta ley.
De aplicarse esta nueva norma se obligará al rubro gastronómico a implementar sistemas de lavado de platos, vasos y cubiertos, aumentando el consumo de agua en un país con una enorme crisis hídrica.
Modificar la norma obligando a utilizar envases compostables sería un gran paso hacia el modelo europeo.
Esta modificación generaría también un impulso para que se desarrolle la industria del compostaje.
Juan Pablo Andreani