El ministro de Justicia, Luis Cordero, abordó ayer la posibilidad de construir recintos penales especiales, en medio de la detención en Chile de miembros de organizaciones internacionales como el Tren de Aragua: "El Gobierno es partidario de avanzar en este tipo de cárceles de máxima seguridad y régimen penitenciario para crimen organizado".

"La evidencia hoy lo justifica. Pero requiere no sólo infraestructura, sino también de una regulación precisa", explicó el secretario de Estado en la edición chilena del diario español El País.

Un ejemplo es "el modelo italiano", dijo Cordero, que "no es simplemente de cárcel, sino de régimen penitenciario muy estricto, regulado por una Ley. Entre otras cosas, allá no sólo tienen comunicación sólo por locutorios, sino grabaciones de imágenes y conversaciones", ante la eventual formación de redes delictuales, en el caso europeo, con la mafia.

En este momento, continuó el también académico de la Universidad de Chile, "uno de los grandes temas del sistema penitenciario en Chile, y en distintas partes del mundo, son las acciones delictivas que no sólo ocurren dentro de las cárceles, sino las que pueden ocurrir fuera a partir de comunicaciones desde el interior. Por eso es que en Chile en el último tiempo las cárceles son relevantes en la agenda de seguridad. Hoy dentro de ellas se realiza investigación e inteligencia criminal. Además, hay una fuerte colaboración entre el Ministerio Público y Gendarmería".

"Hace más de una década que Chile ha tratado de implementar inhibiciones de celular, pero con tecnología que afectaba la frecuencia en torno a la cárcel", detalló Cordero. "Esta vez hicimos una licitación en la que recibimos ofertas internacionales. Estamos en etapa de implementación en el barrio donde hay tres cárceles en Santiago. En volumen son aproximadamente 10.000 internos, que es el 20% de la población penal en Chile, pues Santiago tiene la mayor concentración penal del país. Es una tecnología muy precisa que en el resto de América Latina no existe. Inhibir celulares no es solo un beneficio para la seguridad, sino que implica cambiar patrones de conducta al interior de las cárceles".

La disminución de delitos "es el objetivo" de medidas como estas, señaló Cordero, "evitando la comunicación ilícita hacia el exterior para la comisión o la instrucción de delitos, desde estafas a sicariato, que es un delito que prácticamente Chile antes no tenía".

La Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago se ubica en el límite de esta comuna y San Miguel, en la Región Metropolitana, siendo la única en su tipo en el país, con tecnología como locutorios y un régimen más estricto de control, "por eso hoy su foco es el crimen organizado. Hoy la mayor concentración de personas que hay allí son líderes de bandas, y el 60% son extranjeros", dijo el titular de Justicia.

Hermosilla

El ministro también tuvo palabras sobre el caso Audios, con el abogado Luis Hermosilla en el centro de pagos indebidos y reenvío de información reservada: "Lo que revela es la posición en la que puede estar un abogado que, además, es litigante activo. Pero que también asesoraba al Gobierno" del expresidente Sebastián Piñera y al jefe de asesores de la actual Presidencia, Miguel Crispi.