Frases
"El año 2023 no se constataron emergencias en Temuco, pero sí en Padre Las Casas".
Félix Contreras,
"Con este proyecto podremos mejorar la infraestructura deportiva a diversos clubes".
Roberto Neira,
"El año 2023 no se constataron emergencias en Temuco, pero sí en Padre Las Casas".
Félix Contreras,
"Con este proyecto podremos mejorar la infraestructura deportiva a diversos clubes".
Roberto Neira,
Nuestro país muestra bajos niveles de lectura. Diversos estudios sostienen que no sólo se lee muy poco, sino que, en general, un altísimo porcentaje de la población simplemente no tiene las herramientas necesarias para comprender lo que está leyendo. Realidad que claramente fue agravada por la pandemia de covid-19, que incrementó el uso de los dispositivos electrónicos por sobre las formas tradicionales de apropiación cultural.
El problema que aquí se origina es complejo, toda vez que la lectura ayuda a configurar en los seres humanos una idea más acaba de la realidad y a la vez fomenta la capacidad pensamiento crítico, esa que nos ayuda a analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos.
Temuco no escapa a esta realidad y para ayudar a revertirla es que acaba de conformarse un Consejo Comunal por la Lectura. Se trata de una iniciativa que busca posicionar a la lectura como eje estratégico en la gestión escolar de los 42 establecimientos educacionales que dependen de la Municipalidad de Temuco. El Consejo está presidido por el alcalde Roberto Neira e integrado por destacadas personalidades del quehacer educacional y cultural de la comuna.
Inédito en el país, este Consejo busca mejorar los niveles actuales de lectura en la población, que han ido disminuyendo a partir de la irrupción de las redes sociales, plataformas de streaming y otras formas de entretención que relegaron a un segundo plano el placer por la lectura de libros, diarios y revistas.
A través de diversas iniciativas que se desarrollarán durante el año, esta instancia se convierte en un aporte concreto para reinstalar un hábito que, además de abrir paso a la formación de conocimiento, permite comprender de mejor manera la realidad.
Nadie de nosotros espera volver a ver vivo a quien hace sólo algunos días vimos muerto y asistimos a su sepultura. Aunque ese muerto haya sido el más exitoso de los hombres y hubiese vencido todas las batallas de la vida, sabemos que en la batalla decisiva fue derrotado por la siempre victoriosa muerte.
Así también pensaron los discípulos de Cristo, las santas mujeres y los mismos apóstoles. Todos ellos van al sepulcro para encontrarse con el cadáver de quien el Viernes Santo fue crucificado y sepultado. Por eso el ángel les tiene que anunciar: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado" (Lc 24,5-6).
Sólo aquel que dijo "Yo soy la Resurrección y la Vida" (Jn 11,25), podía, después de haber sido engullido por la muerte, eliminar el castigo que inexorablemente pesaba sobre todos los descendientes de Adán. En verdad, Cristo es el primero en cantar ¡Victoria! Sólo Él pudo desafiar a la muerte, diciéndole: "¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" (1 Cor 15,55).
Desde que Cristo resucitó, la muerte dejó de tener la última palabra en el drama de nuestra existencia humana. Jesucristo, palabra de Dios hecha hombre para nuestra salvación, "ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio" (2 Tm 1,10).
Cristo nos ha rescatado de la muerte y de la eterna condenación. Nos comunica su vida inmortal y nos hace partícipes de su condición de hijo por el nacimiento de lo alto del agua y del Espíritu Santo. El Bautismo nos abre las puertas para nacer del espíritu, que nos conduce a la vida eterna, y superar el nacimiento de la carne, que nos conduce a la muerte (ver Jn 3,6).
La Resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza, de nuestra alegría y de nuestra paz. Miramos siempre nuestro presente a la luz del amor del Señor y nuestro futuro con la confianza puesta en la providencia divina. ¡Lo mejor está por venir! En Cristo, vendrán cielos nuevos y tierra nueva.
Cristo victorioso "ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos" (Pregón Pascual).
La victoria de Cristo es nuestra propia victoria, "porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe" (1 Jn 5,4).
Por la gracia de la Resurrección de Cristo y la "parresía" o valentía del Espíritu Santo, estamos llamados e impelidos a anunciar el Evangelio a todo el mundo, sin miedo. Digámosle a un mundo que busca a Cristo entre los muertos -y por eso es un mundo en que prevalece la cultura de la muerte- "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado" (Lc 24,5-6).
Creamos en Cristo resucitado y veremos que se establece en este mundo la civilización del amor.