Violentas protestas de pescadores en Coronel
CONFLICTO. Manifestantes exigen que se les deje extraer caballa, en una crisis que se suma a la de Huachipato.
El Austral
Mientras la Región del Biobío aún enfrenta la crisis por el cierre anunciado de las operaciones de la siderúrgica Huachipato en Talcahuano, un nuevo conflicto se desató con fuerza, esta vez un poco más al sur, en Coronel, donde los pescadores artesanales protagonizaron violentas manifestaciones que incluyeron la quema de autos y botes en la vía férrea por la que pasa el Biotrén, que debió suspender sus viajes.
Con las acciones exigen que se les permita pescar la especie caballa ante la imposibilidad de capturar sardina y anchoveta porque su escaso tamaño se los impide legalmente. El problema radica en que la caballa se mueve en cardúmenes con el jurel, pez pelágico cuya cuota para este año ya está capturada, por lo tanto no hay opción, advierten desde el Ejecutivo.
La protesta se centró en caleta Lo Rojas de Coronel y también se sumaron manifestaciones en San Vicente y Talcahuano, donde se unieron a los trabajadores del acero que exigen una solución a la posible pérdida de 22 mil empleos por el cierre de Huachipato.
Matías Canales, dirigente gremial de los pescadores del Biobío, acusó que "el Ejecutivo no quiso entender que la gente tiene necesidad de trabajar. Es necesario que nos den una cuota de jurel para poder sacar esa caballa que está hecha plaga. No quiere reconocer el Ejecutivo que es una plaga la que tenemos instalada acá en la Región, eso es lo que quieren desconocer".
Pedro Ramírez, también líder gremial, advirtió que "en ese momento no hay mucha anchoveta y sardina producto de que el jurel con la caballa se han comido las especies, y necesitamos salir a buscar el recurso porque la cuota de sardina para todo el rubro de los pescadores ha estado muy mala este año".
Paralelamente, en el conflicto del acero, la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) respondió al ministro de Economía, Nicolás Grau, luego de que éste afirmara que dicho sector "no puede ser indiferente" al cierre de Huachipato, lo que fue visto como un llamado a comprar acero de dicha empresa y no el chino que es más barato. Jorge Riesco, presidente del gremio minero, afirmó que "pareciera que (Grau) trata de trasladar la responsabilidad".