Los niños y niñas, desde que nacen, comienzan a explorar, manipular, a descubrir y todo lo de su entorno les sorprende. Y es aquí donde los sentidos se hacen presentes, los sabores, colores, olores, movimientos y sonidos. Actúan sobre ellos, los manipulan a libertad como estímulos poderosos e inacabables de preguntas y hallazgos. Desde las primeras semanas empiezan a leer el mundo, leen los gestos de quienes les cuidan, leen los tonos de voz y las interacciones.
En los lenguajes artísticos, convergen diversas manifestaciones y disciplinas del arte, permitiendo desarrollar una amplia gama de capacidades, habilidades y aprendizajes, dentro de la educación artística, reconociendo a niños y niñas sujetos integrales y con un potencial que puede manifestarse a través de diversas formas, técnicas y expresiones, que se movilizan en el caso de los párvulos, a través del juego, las actividades lúdicas y desde el aprender haciendo.
La mirada integrada de los lenguajes artísticos supone disponer de ambientes de aprendizaje que permitan reconocer y valorar las múltiples y particulares formas de expresión de los niños y las niñas y puedan poner en juego sus capacidades creativas. Se trata de que los párvulos puedan experimentar y tomar contacto con producciones de diversos lenguajes artísticos, es decir, pintura, modelado, escultura, música, danza, teatro, entre otros.
El niño o niña, desde que nace, está recibiendo información sensorial, la cual será clave para las redes neuronales implicadas en el desarrollo y avance de sus procesos de aprendizaje cognoscitivo relacionados con la plasticidad cerebral, la imaginación, la percepción, la capacidad de decodificación y la representación de su realidad. Así, las experiencias sensoriales tempranas, vinculadas con el arte, generarán en los párvulos más oportunidades para el desarrollo de la confianza y conciencia de sí mismos, el conocimiento de las propias capacidades y de sus aptitudes creativas. Como consecuencia de ello, entre niños y niñas se pueden ver diferentes tendencias, en cuanto al modo de acercamiento y goce de diferentes expresiones artísticas.
Los lenguajes del arte (corporal, visual, musical y narrativo), son recursos que fortalecen la autopercepción, el vínculo con el adulto y su educadora, naturaleza o entorno. La música, las historias que encuentran en los libros, las experiencias teatrales, las instalaciones lúdicas son algunos ejemplos de ello. Los recursos materiales y formas simbólicas de los lenguajes del arte permiten a niñas y niños expresar ideas, conceptos, sentimientos y emociones, ofrecer experiencias de este tipo permite mostrarles diversas formas de conocer y habitar el mundo.
Con los lenguajes del arte desde el juego, niñas y niños desarrollan su propia imaginación, sin ser bloqueados por el miedo a la equivocación, sin trabas externas o autoimpuestas, con una visión positiva de sí mismos y de los demás, y con ello crecer en forma libre. Además encuentran pistas sobre quiénes son, dónde están, qué quieren, qué les interesa, qué sensaciones nuevas tienen, qué sentimientos experimentan y cómo ven el mundo.
A partir de las Bases Curriculares Educación Parvularia BCEP y el Marco para la Buena Enseñanza de Educación Parvularia (MBE EP), se identifica como uno de los propósitos de la educación artística en este nivel educativo, otorgar integralidad al proceso formativo de los niños y niñas, a través del favorecimiento de la creatividad y la imaginación tanto como ejercicio individual como colectivo. Siendo fundamental generar oportunidades para la libre expresión a través de distintas técnicas, materiales y lenguajes artísticos, iniciar la sensibilización y apreciación estética de sus entornos; y dar oportunidades para descubrir los propios talentos expresivos y comunicativos a través de la danza, el lenguaje, la plástica, la música, entre otras formas de expresión.
Viviana Alejandra Lanza Lanza,
Fundadora y Presidenta Fundación Educativa Aprende +