Parisi y los charlatanes de la paz
Llevo varios años leyendo el Diario Austral de Temuco, y hace tiempo que no me encontraba con una entrevista tan demagógica, negacionista y soberbia como la que concedió Franco Parisi hace unos días.
Primero, Parisi reduce todo "lo que ocurre en La Araucanía a que es terrorismo". Segundo, afirma que van a "entrar con tanque y armamento de guerra" a Temucuicui, porque ellos sí tienen "equipos de inteligencia, pero de verdad".
Sin ningún atisbo de preocupación, agrega que no le interesan las eventuales demandas por violaciones a los derechos humanos, respondiendo irónicamente "¡Me preocupa tanto eso! Si yo no quiero trabajar en la ONU, la verdad es que me da lo mismo". Finaliza diciendo que todos somos hijos de Adán y Eva, "por lo tanto, todo es mío. Aquí hay que dejar de mentirnos -con la demanda de tierras-. Todo es para todos".
El problema del discurso populista de Franco Parisi no radica tanto en las insensateces que expresa, que sólo lo exponen como alguien sin capacidad para dirigir un país. Lo realmente preocupante es que cada vez más encontramos este tipo de declaraciones, que reducen todo el conflicto a meras cuestiones de seguridad, desde la derecha hasta a izquierda, estamos llenos de "charlatanes de la paz" que dicen buscarla, pero que no tienen propuestas para lograrla y sólo buscan atención.
Hago un llamado a que las personas que realmente vivimos las consecuencias de estos conflictos, a quienes nos duele cuando muere un peñi o un carabinero, y nos preocupa cómo se sigue polarizando nuestra Región.
A que nos pongamos a trabajar para encontrar un camino que nos permita volver a confiar, iniciar un proceso de reconciliación y reconstruir un pacto social regional que nos permita construir una gran ruka en donde todos podamos convivir en paz.
Venancio Coñuepan
Mutis
Todavía espero algún comentario -crítico por cierto- del ministro de justicia sobre las barras bravas de Jadue y del PC afuera de los tribunales.
Rodrigo Hernando Díaz
La culpa a quienes corresponde
Con asombro hemos tomado conocimiento de las acciones de un bombero y un brigadista forestal, quienes infringiendo la ley y las normas básicas de la conciencia de los seres humanos, provocaron intencionalmente incendios, los que como sabemos trajeron consigo enormes y muchas veces irreparables desgracias.
Lo anterior no debe empañar en lo más mínimo el prestigio de ambas instituciones, que con enormes sacrificios, incluso pagando el precio de las vidas de parte de sus integrantes, nos protegen de los efectos del fuego.
Me parece que es de toda justicia manifestar públicamente, aunque sea conocido y asumido por la inmensa mayoría de los ciudadanos de nuestro país, que los bomberos, en cualquiera de sus categorías, merecen todo nuestro respeto y apoyo.
Para los culpables de esos repudiables crímenes, todo el rigor de la ley, para aquellos que arriesgan sus vidas por protegernos, todo nuestro respeto y agradecimiento.
Antonio Yakcich Furche
¿En qué momento?
A la luz de los recientes acontecimientos bien cabe preguntarse en qué momento pasamos de los bingos y las completadas a las caminatas para obtener beneficios. A la fecha no es sólo una madre luchando por el medicamento para su hijo, sino también un padre en situación similar, una señora luchando por tener vivienda y así otros tantos.
Caminar es muy bueno para la salud, pero no es prudente normalizar este tipo de situaciones.
Chile no tiene capacidad para un éxodo masivo de caminantes desde regiones a Santiago - y desde la capital a La Moneda - para satisfacer las legítimas demandas y urgencias ciudadanas.
Cosas que pasan cuando el Estado es ineficiente y sus recursos, que son limitados, no están focalizados donde deben estar: en las personas.
Rodrigo Durán Guzmán