Una cruda realidad es la que evidencia el consumo del tabaco en Chile. De hecho, cincuenta y dos personas mueren al día en nuestro país a causa de enfermedades asociadas al tabaquismo. Por ello, el que los niños y adolescentes de la Región fumen, es un dato que preocupa. Más si recientes estudios del Senda indican que la población escolar regional con edades que fluctúan entre los 12 y 13 años tiene una prevalencia por sobre la nacional en torno al consumo del tabaco. En lo concreto, estudios del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol arrojaron que al año 2019 un 3,4% de la población escolar de La Araucanía consumía tabaco a diario, lo que está por sobre la prevalencia nacional (3%).

A ello se agrega que la edad de inicio del consumo de tabaco es a los 12 o 13 años, por lo que una vez que esa persona cumpla 30 años ya podría presentar problemas serios de salud como enfermedad pulmonar (EPOC) o daño cardiovascular.

Por ello, se hace necesario generar las instancias que permitan idear un trabajo transversal que aborde este fenómeno y genere iniciativas concretas tendientes a crear conciencia entre la población más afectada por este problema sobre el daño que produce el tabaco en la salud.

Y hay que poner el acento en no sólo en la prevención, sino también en la educación. Aspecto en el que la familia de cada niño cumple un rol vital, toda vez que si los menores ven a sus padres incurrir en ciertas conductas, como por ejemplo fumar al interior del hogar, lo más natural es que tiendan a imitarlos.

En una sociedad que se enorgullece de sus avances en equidad y justicia, resulta incomprensible que todavía existan casos donde padres responsables que, cumpliendo sus obligaciones, son privados del derecho fundamental de ver a sus hijos.

En el Día del Padre, mientras muchos celebran el amor y la conexión con sus hijos, es imperativo recordar a aquellos cuyos derechos han sido ignorados y pisoteados debido a la manipulación y obstáculos impuestos por la contraparte.

Según los datos que maneja la Agrupación "Padres por siempre", en funcionamiento desde el año 1994 en nuestro país, son cerca de 25 papás que mensualmente se acercan a solicitar apoyo por esta problemática, pero indican que es una cifra negra, al no existir un listado oficial de madres que incumplen el régimen de visitas así como existe el listado de padres deudores, estimando que son más de 300 hombres que anualmente se enfrentan a esta vulneración de sus derechos y, por cierto, la vulneración del derecho de los menores.

Es vital aclarar que esta columna no busca de ninguna manera desacreditar o minimizar circunstancias en las que las madres protegen a sus hijos de entornos perjudiciales o los numerosos casos de hombres que han abandonado a sus hijos. Sin embargo; también es importante como periodista y comunicadora, dar voz a aquellos hombres que, a pesar de sus esfuerzos y cumpliendo sus obligaciones, se ven atrapados en un sistema legal que a menudo no responde con la celeridad ni la justicia necesarios, mientras los niños crecen sin la presencia de uno de sus padres, afectando el desarrollo emocional de los pequeños y perpetuando un ciclo de resentimiento y conflicto familiar que perdura más allá de la infancia.

Un padre que cumple con sus responsabilidades financieras, emocionales y educativas merece algo más que el estigma de una batalla legal. Merece el respeto y el derecho de ser parte integral de la vida de su hijo o hija y es fundamental que, tanto hombres como mujeres, reconozcan la importancia de la corresponsabilidad y trabajen juntos en el bienestar de sus hijos, quienes son el foco relevante en esta ecuación.

El Día del Padre debería ser una ocasión para reflexionar sobre la importancia de la paternidad y la necesidad de proteger los derechos de los padres sin distinción.

Es hora de que la justicia prevalezca y que todos los padres puedan celebrar este día con sus hijos, en un ambiente de amor, respeto y equidad.

Feliz Día del Padre, en especial a los que les han quitado el derecho de abrazar a sus hijos.

Silvana Saldías Rosas,

periodista

socia Comunica Araucanía