Los habitantes de la zona han debido enfrentar uno de los más intensos sistemas frontales de los últimos años. Desde distintos organismos encargados de hacer seguimiento a este tipo de temáticas se habían dado las alertas correspondientes. En el caso de la Dirección Meteorológica de Chile, desde hace varias semanas se ha advertido cuáles podrían ser las características del invierno que afectará a la zona. Desde el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, Senapred, se mantiene un monitoreo constante, con el fin de planificar, coordinar y supervisar las tareas necesarias para advertir la ocurrencia de ciertos fenómenos y así evitar riesgo a la población.

Así como se ha logrado desarrollar un trabajo de prevención y constante monitoreo de posibles incendios forestales durante los meses de mayor riesgo, tal vez es tiempo de elaborar un plan de mayor amplitud destinado a identificar y abordar los puntos donde se repiten los estragos de las precipitaciones.

El factor comunicacional requiere ser comprendido por todas las partes involucradas, así como también asumir las preocupaciones, creencias, conocimientos y prácticas necesarias para enfrentar las emergencias. Y si bien debe ser capaz de identificar y poder manejar desde un inicio los riesgos, también debe ir acompañado de un trabajo activo de las autoridades y políticas públicas.

Las comunas requieren con urgencia realizar procesos de adaptación de su infraestructura, monitoreos y formas de entrega de la información, dada la falta de eficiencia de la conectividad digital en algunos puntos de la región, para evitar nuevos efectos dañinos.

La primera infancia es una etapa crucial en que niños y niñas construyen sus percepciones del mundo a un ritmo acelerado. Por ello, resulta fundamental brindarles una educación que fomente la igualdad de género, el respeto por la diversidad y una educación que promueva la resolución de las diferencias de forma pacífica.

La educación no sexista se define como un enfoque educativo que busca eliminar las desigualdades de género y promover el respeto a los derechos de todas las personas, a través de la utilización del lenguaje inclusivo que evite estereotipos y discriminaciones. En tal sentido, la educación que se vivencia en los jardines infantiles es fundamental en la implementación de una educación no sexista, pues, es en estos espacios que nuestras niñeces sienten el valor de su individualidad, el valor del respeto a todas y todos; y por tanto, el acceso a las mismas oportunidades de desarrollo en su vida, independientemente de su género.

Esta materia es un compromiso de toda la sociedad: de los jardines infantiles de las familias, de las instituciones educativas y de las comunidades. Todos y todas tenemos la responsabilidad de trabajar unidos y unidas para construir un futuro justo e igualitario para las infancias.

Juntos, juntas, enlazados y enlazadas, podemos crear un mundo donde la igualdad de género sea una realidad y donde las niñeces tengan las mismas oportunidades de alcanzar su máximo potencial.

Andrea Fernández Toledo,

directora regional de la Junji Araucanía