La muerte de Haniyeh indigna a Oriente Medio y Hamás avisa de "consecuencias" en la región
TEHERÁN. Asesinato ocurrió mientras asistía al cambio de mando en Irán y pocas horas después de un ataque israelí que mató a un alto cargo militar de Hizbulá en Líbano.
El Austral
La muerte del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque atribuido a Israel, ha causado indignación entre los líderes de Oriente Medio y ha llevado al grupo islamista a amenazar con "consecuencias importantes en toda la región".
Alí Jameneí, líder supremo de Irán -donde tuvo lugar el ataque que acabó con la vida de Haniyeh-, avisó que su país se vengará, lo mismo que el nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, que dijo a Israel en un comunicado que la república islámica "defenderá su integridad territorial, su dignidad, su honra y honor, y hará que los terroristas invasores se arrepientan".
El líder palestino, de visita oficial a Teherán para asistir a la investidura de Pezeshkian, era visto por muchos como la cara más moderada de Hamás, y su muerte deja a los islamistas en manos del liderazgo más extremista, encarnado por Yahya Sinwar, cerebro de los atentados terroristas del 7 de octubre en los que las milicias palestinas mataron a unos 1.200 israelíes y secuestraron a otros 251, desencadenando una ofensiva de Israel en la Franja en la que ya han muerto más de 39.400 gazatíes, según las autoridades locales.
Haniyeh era, además, el principal mediador del grupo en las negociaciones para un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes en Gaza, que después de semanas de impulso por parte de los mediadores parecen ahora abocadas al estancamiento.
Hasta el cierre de esta edición, ningún alto cargo israelí había reconocido de manera oficial la operación, aunque algunos ministros habían sugerido marcadamente en redes sociales que el país se encuentra detrás de la muerte del líder palestino.
"La estrategia de los asesinatos políticos (...) lleva a preguntarse sobre cómo se pueden celebrar negociaciones en las que una de las partes asesina a la otra, con la que negocia al mismo tiempo", indicó Mohamed bin Abderrahmán Al Thani, el primer ministro de Qatar, uno de los países mediadores.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, convocó esta tarde al gabinete de seguridad, aunque no ha trascendido más información. "No queremos la guerra, pero nos estamos preparando para todas las posibilidades", afirmó este miércoles el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en referencia velada tanto a la muerte de Haniyeh, como ayer en un ataque admitido por Israel en Beirut, en el que murió el comandante el jefe del ala militar de Hizbulá.
Condena y luto
Los mensajes de condena y luto por la muerte de Haniyeh han llegado de lugares como Irak, Jordania, Siria, Egipto, e incluso de antiguos rivales políticos como el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, que gobierna en partes de Cisjordania ocupada.
El jefe político de Hamás se había convertido en la cara visible de la diplomacia de los islamistas, liderando las delegaciones a países vecinos y asegurando el apoyo de actores clave, como Irán o Turquía, en la lucha armada del grupo palestino contra Israel.
El Gobierno de Abás en Cisjordania "condenó enérgicamente el asesinato del líder del movimiento Hamás y lo consideró un acto cobarde y un acontecimiento peligroso". La ANP declaró un día de luto oficial.
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Husein al Sheikh, también condenó la muerte del líder político de Hamás, y llamó a uno de los dirigentes del grupo, Jaled Meshal, para darle sus condolencias e insistir en "la unidad y la fuerza de nuestro pueblo".
El 23 de julio, Hamás y la formación secular Fatah, que lidera Abás, firmaron en Pekín una declaración en la que se comprometieron a acabar con la división que impera desde 2007 entre estas dos facciones palestinas y a fortalecer la unidad con el resto de grupos.
"Mataron al cuerdo"
A las condenas por la muerte de Haniyeh de grupos aliados de Hamás y de los rebeldes hutíes se sumaron más tarde las de la Liga Árabe y Brasil, entre otros, mientras que Líbano advirtió de "devastación para todos" si estalla una guerra regional.
Egipto y Jordania responsabilizaron a Israel por la escalada bélica, EE.UU., al cierre de esta edición, no había podido confirmar el deceso del líder de Hamás y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió en la tarde de manera urgente, a petición de Irán, tras el asesinato.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que tanto el ataque contra el alto cargo militar de Hizbulá Fuad Shukr en Beirut como el del máximo líder de Hamás en Teherán, significan "esfuerzos por socavar los objetivos" de un alto al fuego en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes.