Carolina Torres Moraga

Una pionera investigación con origen en Temuco busca abordar el denominado "estigma de depresión", un desafío aún pendiente para la salud mental en el país, considerando el aumento exponencial de este conjunto de enfermedades en el último tiempo.

La investigadora responsable del proyecto Fondecyt Regular, financiado por la Agencia Nacional de Investigación, ANID, es la psicóloga, doctora en Psicología y académica de la Universidad de La Frontera, Natalia Salinas, quien explica que el concepto de estigma es complejo de definir, "porque en general cuando hablamos de estigma nos vamos a referir a otros conceptos como discriminación, prejuicio y exclusión", dice.

A su juicio, el estigma es una cualidad que es devaluada por la sociedad mayoritaria, existiendo estigmas de distinto tipo: de peso, por edad, entre otros. Por ello, su interés surgió porque en salud mental, el estigma ha sido estudiado principalmente en la esquizofrenia, pero no en otras patologías.

"En Chile, pese a que la depresión es sumamente prevalente, no hay una investigación que nos permita caracterizar qué es lo que las personas creen respecto de este diagnóstico, o de quienes lo padecen, ni tampoco cómo los tratan. Lo que nos interesa finalmente es saber cuál es el impacto que el estigma puede llegar a tener", señala la investigadora, quien enfatiza que las personas con depresión no sólo deben cargar con el peso del diagnóstico, sino que además con este estigma, asociado a la discriminación, el prejuicio y una serie de creencias que también pueden derivar en una "autoestigmatización" llevando incluso a retrasar un tratamiento.

"La estigmatización se da en distintos niveles, uno es desde el estigma público, que es lo que voy a hacer yo, que es lo que la sociedad mayoritaria piensa, pero también se puede estudiar desde la perspectiva de la persona estigmatizada", explica.

La doctora Salinas advierte que la discriminación también puede ocurrir en los centros de salud, lo que podría derivar en que la persona no reciba el tratamiento oportuno, pudiendo agravarse. "Si la persona percibe discriminación en los centros de salud, eso puede tener un impacto en la continuidad de su atención. Por ejemplo una persona con depresión leve puede evolucionar a un cuadro más severo e incluso se ha visto que aumenta la probabilidad de intento de suicidio", asegura.

Objetivo

Por tratarse de un tema poco estudiado, esta pionera investigación tiene como uno de sus grandes objetivos, el crear un instrumento para poder medir el estigma de depresión. "Queremos caracterizarlo y crear un instrumento para justamente tener evidencia local que nos diga si en Chile, por ejemplo, hay una diferencia de género en cuanto a quienes estigmatizan más, que es algo que no tenemos", sostiene.

La doctora Salinas es actualmente la única mujer en adjudicarse un proyecto Fondecyt regular este 2024 en La Araucanía en el grupo de estudios de Psicología, teniendo un plazo de cuatro años para desarrollar el estudio junto a su grupo de investigadores. "En total tenemos cuatro años para hacer tres estudios distintos dentro de la gran investigación sobre estigma. Vamos a partir ahora por un estudio de corte más bien cualitativo, donde vamos a estar entrevistando a personas chilenas para saber qué sienten, qué piensan de una persona con depresión (...)", dice la académica.

En su opinión, en ocasiones se invisibiliza la discriminación que sufren las personas con depresión, lo que hace que las personas muchas veces invaliden el diagnóstico. "Dentro de la cultura popular se entiende que la depresión es algo parecido a la tristeza que uno puede experimentar por un evento vital, por ejemplo un duelo. Entonces, las personas tienden a pensar que no es un diagnóstico válido y eso también hace que se genere discriminación", concluye la investigadora Ufro.

"En Chile no hay una investigación que nos permita caracterizar qué es lo que las personas creen de este diagnóstico (...) Lo que nos interesa saber finalmente es cuál es el impacto que el estigma puede llegar a tener".

Dra. Natalia Salinas,, psicóloga e investigadora Ufro

Cuentas alegres sacó la Universidad Católica de Temuco y la Municipalidad local tras el exitoso punto de vacunación contra influenza y covid-19 que se instaló en el Campus San Francisco de la institución de educación superior.

Lo anterior se debe a que durante la habilitación del box se administró un total de 1.863 vacunas, de las cuales 1.630 dosis fueron anti-influenza y otras 233 contra el SARS-CoV-2 (covid-19).

Para la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud UCT, Bertha Escobar, esta iniciativa fue muy positiva, ya que permitió que tanto el personal universitario como la sociedad civil pudieran sumarse a esta importante campaña. "La campaña de vacunación desarrollada benefició a 1.800 usuarios aproximadamente, lo que responde al compromiso de nuestra Universidad y Facultad con el bienestar de la comuna y sus habitantes. Además, refuerza la colaboración que venimos desarrollando con la Municipalidad de Temuco y su Departamento de Salud".

Tanto la influenza como el covid, son enfermedades que se contagian a través del efecto gotita que se produce al toser y/o estornudar, y también se puede traspasar a través del contacto con superficies contaminadas, por lo que el llamado de las autoridades es a asistir al centro de salud más cercano y/o box habilitados para ser parte del proceso de inmunización.