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Alcalde responde carta de vecina de Temuco
Querida vecina, permítame expresar mi más sentido pésame por la pérdida de su ser querido. Me dirijo a usted con profundo respeto y empatía. Comparto su dolor y lamento profundamente la inadecuada atención que usted y miembros de su agrupación de cueca, experimentaron en el Sapu de Pueblo Nuevo durante esa difícil situación.
Entiendo su dolor y frustración, y quiero expresar mi más sincero pésame por la pérdida de su compañero. Situaciones críticas como éstas pueden ocurrir, no deberían, pero es nuestro deber aprender de ellas y mejorar.
Quiero asegurarle que se realizará una investigación exhaustiva para determinar los hechos y tomar las medidas necesarias para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.
Sin embargo, no queremos que esta lamentable situación empañe el compromiso y trabajo de más de 1.500 funcionarias y funcionarios que, día a día, están haciendo un gran esfuerzo en nuestros 13 establecimientos de salud, así como los equipos de las estrategias "Más Cesfam" y "Aló red" para mejorar la atención en nuestra comuna.
Agradezco su participación en nuestra comunidad y su respetuosa misiva, y espero que podamos trabajar juntos para encontrar soluciones y mejorar la calidad de vida de todos.
Roberto Neira Aburto, alcalde de Temuco
¿Hasta cuándo?
El caso del padre del senador Macaya revivió en gran parte de la población la sensación de abusos y desigualdad que agobia a la población chilena desde hace décadas. Sin embargo esta situación probablemente pase sin novedad más allá de los aprovechamientos políticos de turno.
La sensación de abusos va mucho más allá de la evidente desigualdad en el trato de la justicia, como es el caso que nos convoca en estos días. Es mucho más amplia y compromete gravemente el normal desarrollo de la vida de las personas. Va desde las abiertas discriminaciones que nos pueden afectar en diferentes ámbitos, hasta el elevado costo de la vida, que se produce debido a una escalada de precios que han hecho que el costo de la vida en Chile sea una carga difícil de llevar.
El costo de la vida se compone de una serie de variables, la mayoría de las cuales han aumentado de manera excesiva para el nivel de desarrollo del país y ciertamente para el bolsillo de los chilenos. Muchos de esos aumentos no responden a razones objetivas y también muchas de ellas son francamente abusivas, como ejemplo vivo podemos señalar a la industria farmacéutica abusadora desde siempre en Chile.
Lamentablemente, después de las mayores movilizaciones desde el retorno a la democracia en 2019 y dos procesos constitucionales, la clase política parece no haber entendido nada y solo ha acrecentado las problemáticas que agobian a la población. La pregunta que uno puede hacerse es, qué más tiene que pasar para que de una vez se aboquen a la solución de estas y cuánto puede soportar la ciudadana tal nivel de abusos.
Tal es el ejemplo de nuestro país vecino Argentina, donde los abusadores, una vez recién asumido el Presidente Milei, aumentaron hasta en un 300% los precios para la población y hoy a pesar de los esfuerzos del nuevo gobierno no bajan sus precios, buscando tal vez que, por cansancio y necesidad la población salga a las calles en un gran estallido social que devuelva el poder a los abusadores y aprovechadores de siempre.
Daniel Zapata Zapata/Patricio Novoa Valle
Clasificación de empresas
La clasificación de empresas es micro, pequeñas, medianas y grandes empresas. Lo distinto son el volumen de ventas y los empleos que generan.
La Unión Europea define ventas y empleos para cada una de las tres primeras clasificaciones y las medianas son por ventas menor a 50 millones de euros y de 250 empleos hacia abajo.
En Chile, las tres primeras clasificaciones también tienen sus valores, y las medianas empresas son por ventas menores a 3,6 millones de euros y de 200 empleos hacia abajo.
En el caso de las microempresas, Chile ventas 0,01 millones euros y Unión Europea 2 millones euros, con empleos similares. Parece muy oportuno redefinir la clasificación chilena y poder otorgar incentivos muy diferentes por clasificación de cada empresa.
Jorge Porter Taschlewitz