(viene de la página anterior)
vasculares cerebrales representan el 75% de la mortalidad por enfermedades de esta naturaleza, las cuales responden a factores muy sabidos a nivel mundial, es decir: al hábito del tabaquismo, niveles alterados de colesterol y la presión arterial descontrolada; a los cuales se suman la obesidad, la diabetes, el sedentarismo y la dieta inadecuada. "La verdad es que esto en general no cambia, porque las sociedades no cambian. Curiosamente, en Chile estamos fumando menos, por un lado, y por el otro estamos engordando. Es decir, generamos una buena y una mala noticia a la vez".
Detectar de manera precoz alguna anomalía evita complicaciones que puede derivar en una muerte cardíaca. Así lo expresa el doctor Lanas. "Por esta razón - resalta - existe el Mes del Corazón, porque como sociedad debemos apostar a la prevención, a cuidarnos antes de que lo lamentemos. Y lo recomendable aquí es adoptar un estilo de vida saludable, optar por lo más sano; mantenernos delgados, hacer ejercicio, alimentarnos bien y no fumar. Con eso ya tenemos un tremendo paso ganado para nuestra salud. Y si ya no se es una persona joven debemos acudir a un médico de cabecera y hacernos controles preventivos; porque las enfermedades cardiovasculares, en general, se pueden prevenir".
La insistencia en la prevención tiene que ver con la experiencia clínica, con lo que se ve a diario en las consultas, en os pabellones y en las urgencias. "El primer síntoma de una enfermedad de este tipo puede ser la muerte súbita por infarto. Así de radical. Ahora, si la persona sobrevive a un infarto grande lo puede pasar muy mal. Y si tiene un accidente cerebrovascular y queda con secuelas los médicos podemos ayudar, pero esto altera la vida. Por ello el camino es la prevención. Obviamente, la medicina y los tratamientos médicos avanzan, pero lo ideal es no llegar al tratamiento", acota el investigador.
REPUNTE PREVENTIVO
Desde la visión y experiencia clínica, el internista y cardiólogo Mauricio Soto Vásquez, quien se desempeña como jefe del centro Cardiovascular del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco y director del programa de Cardiología de la Ufro, explica que las cifras siguen siendo un llamado de atención, porque 1 de 3 tres pacientes en Chile fallece de una enfermedad cardiovascular. Pero hay una luz de esperanza.
"Sucede que terminada la pandemia tenemos pacientes más informados de su salud. Diría que hubo un repunte en cuando a prevención. Hoy, uno ve más chequeos rutinarios. Pese a ello nuestros pacientes siguen llegando en estados muy tardíos de la enfermedad. Seguimos viendo mucho infarto agudo y mucho paciente con sintomatología de varios meses de evolución. Y dentro de la realidad regional existe una singularidad que no se da en otros lados del mundo. Llegan numerosas personas a consultar con infecciones cardíacas, lo que es una anomalía y tiene que ver con la salud oral o dental. En estos casos el germen entra a través de los dientes. Y algunas infecciones pueden llegar a ser graves", detalla el doctor Soto.
En cuando al comportamiento social en el ámbito público de la salud, el médico reconoce que la tendencia es que a los hombres les cuesta más que a las mujeres adoptar una cultura preventiva de salud. Eso persiste, sin embargo, estaríamos en una época de cambio, donde la percepción es que la población está más preocupada de su estado de salud, especialmente las nuevas generaciones. Y si de percepción se trata, Mauricio Soto, destaca que pocas veces se repara en que la principal causa de muerte entre las mujeres chilenas también es la cardíaca, y por ello los esfuerzos del país están enfocados en informar y concientizar a este segmento de la población al respecto.
La experiencia clínica también da cuenta que en La Araucanía a la atención ambulatoria acuden mayormente pacientes que están por sobre los 60 años y que suelen llegar por derivación para control; mientras que en el otro lado de la balanza los cardiólogos del Hospital de Temuco ven llegar también a pacientes cada vez más jóvenes descompensados por primera vez y de forma aguda. "Hemos tenido, incluso, pacientes operados con triple baipás con 35 o 38 años de edad", recalca el jefe del Centro Cardiovascular del HHHA.
Las razones que explican el escenario descrito, acota el médico, no están muy estudiadas aún, pero - insiste - "obviamente aquí inciden la obesidad, la presencia de diabetes en personas cada vez más jóvenes, el estrés y el tabaquismo".
Desde comunas, el cardiólogo del Hospital de Lautaro, Gabriel Jano, comenta que la cardiología ha ganado terreno fuera del radio de Temuco gracias a las unidades creadas en los hospitales nodo como el de Lautaro, Nueva Imperial, Villarrica y Pitrufquén, en los cuales se ha avanzado mucho en el trabajo diagnóstico.
En el caso particular de la comuna del Toqui, explica el doctor, "las enfermedades que más se repiten en el hospital local son: la cardiopatía coronaria, insuficiencias cardíacas y todo lo derivado de las enfermedades hipertensivas. Es por ello - acota - que debemos enfocarnos en los factores de riesgos, de lo contrario la pelea la perdemos. Es un desafío grande que también tiene sobre sus hombros la atención primaria (...). Y agregaría otro reto que tiene que ver con la brecha o necesidad de formar más cardiólogos para la Región".
A juicio del doctor Fernando Lanas, en cuanto a cambios culturales y comportamiento social hay mucho por hacer. "La obesidad, que ha ido creciendo en Chile y que se ha vuelto una epidemia, es la prueba que tenemos mucho camino por recorrer en prevención. No en vano, también hay mucha persona hipertensa que no sabe que lo es porque jamás se ha sometido a un control de salud. Y ni hablar del avance de la obesidad infantil. Eso es un drama. Allí los adultos y los padres tenemos una enorme responsabilidad por delante".