Septiembre para la cristiandad es un mes de doble relevancia, en primer lugar porque es el aniversario patrio y en segundo lugar porque es la conmemoración del Mes de la Biblia.
La Biblia ha sido y será un libro bendito. Moisés resumió en sus palabras la importancia de la palabra de Dios. "Oye Israel, estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón, y las repetirás a tus hijos, y las hablarás de ella estando en tu casa, y andando en el camino y al acostarte y cuando te levantes, y las atarás como señal a tu mano y estará como frontales a tus ojos y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas".
La iglesia primitiva celebró muchos concilios, no para tratar temas ecológicos o problemas políticos, sino para tratar cualquier y toda herejía que pudiera alterar la pureza de la palabra de Dios. Cabe señalar que algunos símbolos de la Biblia son; 1. Espejo, porque refleja la mente de Dios y la verdadera condición del hombre; 2.Semilla, porque una vez que es plantada correctamente produce vida, crecimiento y fruto; 3. Agua, por sus propiedades para limpiar apagar la sed y refrescar; 4. Lámpara, lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino, y otros, espada, leche, miel, martillo, etcétera.
Una de las descripciones más grandes de la Biblia fue escrita por el apóstol Pablo. "Y que desde la niñez has sabido las sagradas escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (2da.Timoteo, cap. 3 vers.15 al 17).
Finalmente hay una lista de las diversas funciones de este libro autorizado llamado Biblia: sustenta, ordena los pasos del hombre, produce gozo, fortalece, da esperanza, ilumina, da entendimiento, edifica, convierte el alma, limpia la conciencia, consagra la vida, corrige lo malo, confirma lo bueno, consuela el corazón. Por esto, quien crea en Dios debe responder a este libro de las siguientes maneras: prestándole atención, predicándolo, usándolo correctamente, viviendo por él, sufriendo por é y si hace falta, muriendo por él. Hermanos, conozcamos más este libro grandioso, guardémoslo en el corazón, demostrémoslo en nuestra vida y sembrémoslo en el mundo. Finalmente, puedo decir con absoluta certeza que si en Chile se considerara más lo que la Biblia enseña, esta patria saldría de muchos pantanos en los que está: económicos, políticos, éticos, valóricos, morales y espirituales.
Pastor presbítero Pablo Pinto Salamanca,
vicepresidente Consejo Regional
de Pastores Evangélicos de La Araucanía