Prevención del delito
Si bien las fiestas de fin de año son altamente esperadas por el comercio, también son el momento propicio para que aumenten los robos por sorpresa. La ciudadanía tiene mucho que aportar y, en ese sentido, se debe hacer de la prevención del delito una práctica habitual.
Las tradicionales fiestas de fin de año hacen de diciembre uno de los meses con mayores niveles de consumo, escenario altamente positivo para el comercio, pero, a la vez, también propicio para que aumenten los delitos en las áreas de mayor afluencia de público. Esta verdadera locura por comprar regalos y otros insumos para Navidad y Año Nuevo provoca aglomeraciones al interior de los centros comerciales, largas filas en los centros de pago y un fuerte aumento en el flujo de personas circulando por las calles, lo que es aprovechado por los delincuentes que hacen de los robos por sorpresa o lanzazos uno de los delitos más comunes del mes que se avecina.
Para hacerle frente a este problema, Carabineros y personal de seguridad municipal deberán reforzar su presencia en los lugares más concurridos de la ciudad, a fin de garantizar la tranquilidad de los transeúntes. Esto es el área céntrica así como en los alrededores de los grandes centros comerciales, que es donde históricamente se han registrado delitos como los robos por sorpresa.
Sin embargo, si bien es destacable el rol que asumen las policías como el mismo municipio al implementar estrategias para frenar este tipo de delitos, es necesario que la población tome conciencia de que la oportunidad hace al ladrón y debe hacer de la prevención su mejor defensa ante los delincuentes. Asumir una actitud de autocuidado es por hoy la mejor estrategia para evitar convertirse en una nueva víctima. Por ello, la recomendación es ante todo la precaución y no exponerse innecesariamente a situaciones de riesgo.
Por más esfuerzos que la autoridad realice para garantizar la seguridad de los ciudadanos, en este tema los aportes deben provenir de todos quienes cohabitan en el espacio público.