Diversidad generacional
Empresas que valoran la salud emocional de sus colaboradores experimentan aumentos en la productividad. El bienestar no solo impacta en el clima laboral, también en los resultados.
La diversidad generacional, la inclusión y el bienestar han pasado de ser buenas intenciones, a convertirse en necesidades estratégicas en el ámbito laboral. Pero no todas las empresas están preparadas para este cambio.
Según Criteria y Henkel, cada generación tiene prioridades y expectativas únicas. Mientras los Baby Boomers valoran la estabilidad y han sorprendido con su adaptabilidad tecnológica, los miembros de la Generación X priorizan el equilibrio entre vida laboral y personal. Los Millennials, por su parte, buscan propósito e inclusión en sus trabajos, mientras que los Gen Z demandan prácticas sostenibles y auténticas, movidos por una conciencia social profundamente arraigada.
De acuerdo a Sandra Castiblanco, directora Académica y Co Fundadora de Acción Global, el desafío para los líderes empresariales no es menor. La gestión de estos equipos multigeneracionales requiere empatía, flexibilidad y, sobre todo, la capacidad de adaptarse a una cultura laboral que cambia constantemente. Los líderes necesitan más apertura para crear ambientes inclusivos y saludables, porque solo así lograrán equipos comprometidos y resilientes.
El bienestar no solo impacta en el clima laboral, también en los resultados. Empresas que priorizan la salud emocional de sus colaboradores experimentan aumentos en la productividad y reducciones en la rotación.
Chile se enfrenta a un punto de inflexión. Las empresas que comprendan el valor de la diversidad generacional y el bienestar no solo retendrán talento, también liderarán el camino hacia un mercado laboral más competitivo y humano.
El futuro laboral no espera. La pregunta es si las empresas chilenas están listas para adaptarse o si seguirán atadas al pasado, viendo pasar oportunidades mientras otras toman la delantera.