Gobernador Saffirio y el Pabellón: "No me gustaría que fuera una oficina pública"
CIUDAD DE TEMUCO. La máxima autoridad regional entregó su opinión sobre la emblemática estructura, que llegó a la Región a fines del 2016 y ahora está en abandono, luego del término de una concesión que estaba en manos del Gobierno Regional.
El gobernador de La Araucanía, René Saffirio, expresó su inquietud ante el futuro del Pabellón, la emblemática estructura que en el año 2016 fue instalada a los pies del cerro Ñielol, en la ciudad de Temuco, y que ahora está presentando evidentes señales de deterioro.
Con tan solo observar el inmueble desde las calles que lo rodean, Bulnes y Prat, se puede observar que el recinto está en total abandono: las cadenas y los cercos presentan signos de óxido y hay suciedad, el pasto está seco, y la esquina nororiente ya se está descascarando y cayendo a pedazos.
El Pabellón "Araucanía" estuvo funcionando, entre 2017 y 2021, mediante recursos provenientes desde el nivel central del Ejecutivo, por intermedio de la Intendencia y el Gobierno Regional. Desde que se creó el cargo de gobernador regional, su administración pasó a manos de la Corporación Desarrolla Araucanía, mediante una concesión que finalizaba en marzo de 2014.
Desde esa fecha, cuando la concesión terminó, el Pabellón quedó a merced de las inclemencias climáticas, sin ningún tipo de mantenimiento. Hoy por hoy, con la llegada de las altas temperaturas, la madera ha comenzado a resquebrajarse todavía más y se evidencia la ausencia de personal dispuesto para el aseo o el mantenimiento de su fachada y entorno.
Lo único que se sabe respecto a novedades para su reposición y reparaciones, es que el Ministerio de Bienes Nacionales pretende realizar una licitación para su examinación exhaustiva, información con la cual luego se deberán conseguir los recursos -que se estimen como necesarios en esa inspección- para ejecutar los trabajos que permitar volver a hacerlo brillar.
La opinión de saffirio
Consultado sobre el tema, el gobernador regional René Saffirio comentó que espera que Bienes Nacionales pueda establecer "la magnitud del daño y los costos que representa salvar la estructura de un mayor deterioro, para luego poder avanzar en una segunda etapa sobre quien se va a hacer cargo de la infraestructura y, en definitiva, qué destino darle a esta magnífica instalación que está en un lugar privilegiado de la ciudad".
Saffirio opinó que el espacio tiene "enormes posibilidades para desarrollar actividades vinculadas al arte, a la música, la danza, la cultura" y opinó que lo único que no le gustaría es "que se transformara en una oficina pública, porque para eso no está".