Desde que se inició la temporada de verano, la Autoridad Marítima ha entregado una serie de recomendaciones a través de los medios de comunicación y redes sociales institucionales, para que la población tome conciencia y asuman una conducta de autocuidado cuando visitan playas y diversos balnearios de la zona. El objetivo es que las personas que quieren disfrutar de estos sectores turísticos puedan hacerlo, pero sin exponerse a riesgos innecesarios que pongan en peligro la vida humana.

El llamado de las autoridades ha sido a seguir estos consejos y no arriesgarse, especialmente cuando hay avisos de marejadas, ya que estos eventos generan condiciones de peligro a las personas por el fuerte oleaje que daña la infraestructura costera. De hecho, muchas veces provocan inundaciones en la costa, erosión y pérdida de arena en las playas, además de no sólo arrojar agua de mar, sino también arena, piedras y escombros, los que pueden causar lesiones en la comunidad al transitar por el borde costero.

A lo largo de Chile, son cientos los efectivos de la Armada que diariamente están atentos y vigilantes a cumplir con su labor de salvaguardar la vida humana en el mar. Es importante tener presente que se trata de embarcaciones y también de helicópteros, desde donde se vigilan las costas y se mantienen atentos a posibles rescates.

Sin embargo, y a pesar de los constantes llamados al autocuidado, como son no acercarse a lugares peligrosos del borde costero y tomar las precauciones en ríos, lagos y balnearios del país, quienes visitan estos sectores no siempre siguen las distintas recomendaciones que entrega la Autoridad Marítima.

Desde la Armada han precisado que si bien nuestro país posee alrededor de 900 playas, solo 82 son consideradas aptas para el baño.

Es fundamental que los visitantes también se hagan responsables de su propia seguridad y eviten riesgos innecesarios que podrían provocar tragedias.

En una acción voluntaria y comunitaria de limpieza por el borde del río Cautín en la cual participé, logré visualizar residuos contaminantes de negocios y locales que dicen ser sustentables y ecológicos en la comuna de Temuco. El lavado verde utiliza diferentes estrategias como la desinformación de la procedencia de sus productos, la fabricación y su comercialización y también su posterior desecho. Con el objetivo de hacer creer a los consumidores que al adquirir sus productos está también beneficiando a la naturaleza, utilizando términos y palabras como ecológico, natural, sustentable, sostenible, amigable con la naturaleza; sin tener las evidencias para demostrarlo. Ejemplos de ellos son las constructoras sustentables, embotelladoras ecológicas, fábricas amigables con el medio ambiente y quizás incluso nos presenten alguna ¡minera sustentable y ecológica!

Cabe resaltar el interés de las personas en cambiar ciertos hábitos de consumo y acciones para revertir el cambio climático exigiendo a las empresas el sello verde para consumir sus productos. 71% de los chilenos cree que el cambio climático ha afectado su vida. La encuesta de Datavoz encargada por la ONG FIMA nos actualiza sobre la conciencia ambiental que tienen los ciudadanos en el país. Por esto es fundamental que los usuarios sepan detectar e identificar estas prácticas engañosas a la hora de consumir servicios y productos revisando el etiquetado y sabiendo interpretarlo. Nos falta la ley. Hace más de un año ingresó al Senado un proyecto de ley acerca del lavado verde de imagen el que busca, regular, prevenir y sancionar el lavado verde de las empresas, pero no es prioridad para nuestros parlamentarios y está a la espera de votación y aprobación. Estamos esperanzados que este año 2025 se apruebe y se publique.

Mientras tanto exigirle a la oficina de protección al consumidor información fidedigna y actualizada de los servicios y productos que cumplan con los estándares comprobados que definen la sustentabilidad, dando respuesta así a usuarios y consumidores conscientes que exigen y prefieren información de los productos y servicios que llevan a sus casas. Necesitamos entidades con un compromiso real y verdadero en el cuidado del medio ambiente, necesitamos parlamentarios que pongan como prioridad el medio ambiente. Solamente con medidas concretas, visibles y medibles lograremos avanzar en la protección de la salud de la ciudadanía y la naturaleza.

Viviana Díaz,

ecologista y presidenta Fundación Karün