Frases
"Somos una ciudad preparada para grandes desafíos deportivos".
Roberto Neira,
alcalde de Temuco
"Exigimos la presencia de las máximas autoridades del país en esta zona de catástrofe".
Carlo Rojas,
presidente de la Sofo
"Somos una ciudad preparada para grandes desafíos deportivos".
Roberto Neira,
alcalde de Temuco
"Exigimos la presencia de las máximas autoridades del país en esta zona de catástrofe".
Carlo Rojas,
presidente de la Sofo
En mis 26 años como psicopedagoga he sido testigo del profundo abismo entre la teoría de la inclusión educativa y su aplicación real. Aunque la palabra "inclusión" se ha vuelto parte del vocabulario cotidiano en las escuelas, la realidad es que muchos niños, niñas y adolescentes neurodivergentes siguen siendo relegados a los márgenes, con sistemas que no están preparados para atender sus necesidades.
Desde que inicié mi carrera, trabajé con aquellos niños, niñas y adolescentes que a menudo son etiquetados como "difíciles" o "intratables". No porque realmente lo sean, sino porque los docentes, aunque con la mejor de las intenciones, no siempre cuentan con las herramientas para abordar sus necesidades.
Comencé mi camino en la educación trabajando con grupos diferenciales en un colegio de religiosas donde tuve la fortuna de colaborar con hermanas muy comprometidas con la enseñanza. Desde que egresé, soñé con trabajar en mi colegio de origen. Un día, durante una visita, una monjita me mostró la preocupante cantidad de informes de niñas con problemas de aprendizaje y me invitó a unirme para ayudarlas.
A pesar de mi inexperiencia, confiaron en mí y así inicié mi recorrido educativo, cumpliendo mi primer gran sueño: ejercer como profesora en el colegio donde estudié, y con ello, comenzar a transformar vidas. Ese momento marcó mi misión: ayudar a esos niños, niñas y adolescentes a permanecer en el sistema educativo, ofrecerles un lugar en el que no se sientan excluidos.
La inclusión no debería ser un privilegio limitado a ciertos colegios o contextos. De acuerdo con un estudio de 2023 de UNICEF, en Chile el sistema actual opera más desde un modelo de integración que de inclusión real. Una serie de nudos críticos, que entrelazan dimensiones estructurales, pedagógicas y culturales, se manifiestan en una insuficiente formación docente para atender diversidades, un sistema de financiamiento que no contempla adecuadamente las necesidades de estudiantes con necesidades educativas especiales, barreras de accesibilidad física y curricular, y una profunda segregación escolar que concentra a estudiantes con diversidad funcional en determinados establecimientos.
A pesar de los avances legislativos seguimos viendo casos de segregación. Desde la resistencia de algunos colegios para aceptar niños, niñas y adolescentes neurodivergentes, hasta las luchas interminables por conseguir apoyos adecuados, cada paso es una batalla. La inclusión no puede quedarse en el papel o en una sala específica; debe estar presente en cada aula, en cada dinámica escolar. Debemos avanzar hacia un modelo en el que cada estudiante, independientemente de su diagnóstico, tenga una oportunidad justa de aprender, crecer y sentirse valorado.
Es fundamental que las escuelas comprendan que la inclusión no es opcional y que los padres no deberían sentirse solos en este proceso. Necesitamos espacios de apoyo, acompañamiento emocional y, sobre todo, capacitación para los docentes. La inclusión real solo puede lograrse cuando familias y escuelas trabajan juntas. Si bien el camino es difícil, hay destellos de esperanza.
Bretta Palma,
Los incendios forestales que golpean el centro sur de Chile, varios de ellos provocados intencionalmente, según afirman las autoridades, han amenazado con propagarse a otras regiones, lo que aumenta el desafío para los miles de bomberos y brigadistas que luchan contra las llamas. El presidente Gabriel Boric estableció toque de queda durante la noche en comunas de La Araucanía donde existen indicios de incendios intencionales, con el fin de resguardar la seguridad de las personas y tener mayor control sobre acciones delictivas.
En marzo de 2013 se aprobó la ley 20.653, que elevó las penas a quienes intencionalmente o por negligencia causan incendios forestales, aunque por su naturaleza es difícil de comprobarlo. El cuerpo legal también sancionó con severidad a quienes usen fuego en áreas protegidas y a quienes realicen limpieza de terrenos sin permiso de la autoridad, mediante el uso de fuego. Los expertos preveían -y así se había indicado- que la presente temporada sería complicada, porque se daban condiciones de altas temperaturas, maleza muy seca y fuertes y cambiantes vientos, que hacen difícil controlar el fuego.
El toque de queda ha permitido detectar y detener a personas presuntamente implicadas en avivar las llamas y también para resguardar los bienes de los damnificados. Asimismo, en el marco del Estado de Excepción, se permite además requisar herramientas, maquinarias y agua si es necesario, con el fin de continuar con el combate de los incendios.
Y si bien las autoridades coinciden en que muchos de los siniestros han sido provocados con intencionalidad o negligencia, ha habido condiciones climáticas que favorecen su avance durante este verano, arrasando con bosques en tiempo récord, como son las altas temperaturas debido a una ola de calor, sumado a fuertes vientos y la intensa sequía que ha afectado al país durante los últimos catorce años.