Si bien aún queda un mes de verano, las noches más frías son un indicador del cambio estacional que se avecina. Y si bien esto no genera ningún inconveniente, lo cierto es que aquellas personas propensas a las alergias sienten de manera intensa estos procesos, incrementando la sintomatología.

La alergia es, en términos simples, una manifestación del aparato respiratorio ante la intolerancia de una sustancia determinada, que provoca una serie de problemas en quienes las padecen.

Se trata de una respuesta inmunológica o defensiva del cuerpo frente a una sustancia que, por norma general, no genera ningún tipo de reacción en la mayoría de las personas, la que es provocada por el polen, que es la partícula que emiten las plantas para fecundar.

Una de las más comunes, y que afecta a un importante número de la población, es la alergia al polen y la floración de los árboles representa una verdadera pesadilla que se manifiesta con ojos llorosos, ardor en la garganta e irritación nasal.

Los síntomas de las alergias son variados y pueden afectar a diferentes partes del cuerpo, como los ojos, la nariz, la garganta, los pulmones o la piel, y se manifiestan, generalmente, como conjuntivitis, irritación de nariz y garganta, congestión nasal y estornudos, y en casos más complejos, con dificultad para respirar.

De ahí que sea importante que las personas que manifiestan estos cuadros puedan acudir a un especialista para recibir el tratamiento indicado que les permita hacer frente a las alergias, evitando, claro está, la automedicación.

El 24 de febrero de 1881, don Manuel Recabarren fundó la ciudad de Temuco, ciudad que aceleradamente fue transformándose en un importante polo de atracción y desarrollo de diversos servicios y múltiples equipamientos, rica en diversidad cultural y fructífera zona agrícola, forestal y ganadera, y que ha continuado desarrollándose hasta convertirse en la hermosa ciudad que nos acoge y que también recibe, año tras año, a tantos visitantes de distintos lugares del país y del extranjero. Este acontecimiento que celebramos, constituye una ocasión propicia para elevar una sentida acción de gracias a Dios y también para hacer memoria agradecida de todas las bendiciones que de Él hemos recibido durante estos 144 años de existencia como ciudad.

Recordando así la historia de nuestra Región de La Araucanía y, muy en particular la de nuestra ciudad de Temuco, es justo y necesario reconocer, entre tantas alegrías y acontecimientos relevantes vividos, que hemos sido bendecidos particularmente con la visita de dos grandes Pastores de la Iglesia universal: Juan Pablo II, canonizado el 27 de abril del año 2014, que visita nuestra ciudad en abril de 1987 y nos deja un mensaje de amor y de unidad, que sigue presente en la memoria de todos nosotros. Y, desde hace ya siete años, en enero del año 2018, nos visita el Papa Francisco, conmoviéndonos a todos con su alegría, cercanía y sencillez e invitándonos a ser artesanos de la paz.

Jorge Mario Bergoglio, fue elegido el 13 de marzo de 2013, como el 266° Papa de la Iglesia Católica, y adoptó el nombre de Francisco. De este acontecimiento ya se cumplirán próximamente doce años. Desde su elección y hasta hoy, el Papa Francisco ha sido insistente en pedir humildemente al mundo entero y, especialmente a los fieles católicos, oración por él: "¡Recen por mí!" Hoy, esta petición tan sentida del Papa Francisco, se hace mucho más urgente y necesaria dada la actual situación de salud que le afecta.

El comité permanente de la Conferencia Episcopal de Chile nos ha invitado a que, como Iglesia chilena, nos unamos fervientemente en oración por el sucesor de Pedro que guía a la Iglesia universal. Nosotros, como Iglesia de Temuco, en este año de gracia que vivimos y, al conmemorar también nuestro primer centenario como Iglesia diocesana, nos hacemos parte de este llamado de los obispos chilenos y, con un corazón agradecido, elevamos nuestra oración por la salud del Papa Francisco, el pastor que nos ha acompañado durante todos estos años dándonos un testimonio de fe, esperanza y sencillez a través de su Magisterio y que, con mucha generosidad, visitó nuestra ciudad y conoció nuestras alegrías y tristezas, los desafíos, sueños y tareas pendientes que, como ciudad, en este nuevo aniversario recordamos y que nos sigue animando para seguir juntos construyendo en Temuco el reino de Dios, reino que acoge sin exclusión, que busca la justicia, que construye la paz, que promueve el servicio y la solidaridad, que abre paso al perdón y la reconciliación.

Jorge Concha Cayuqueo,

obispo Diócesis San José de Temuco