Frases
"Entre ida y vuelta serán poco más de 6 mil pesos a cancelar".
Patricio Poza,
"Fácilmente creemos que un 80% o más de la población apoya esta idea".
Ricardo García,
"Entre ida y vuelta serán poco más de 6 mil pesos a cancelar".
Patricio Poza,
"Fácilmente creemos que un 80% o más de la población apoya esta idea".
Ricardo García,
Acomienzos de marzo se conmemora el Día Mundial de la Vida Silvestre. Esta efeméride fue proclamada en 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas para rememorar la firma de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en 1973, una fecha para reflexionar sobre la importancia de la biodiversidad y la necesidad urgente de proteger los ecosistemas.
La vida silvestre no solo representa una riqueza natural invaluable, sino que también desempeña un papel fundamental en el equilibrio del planeta. Sin embargo, como plantea Carolina Contreras, académica de Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía de la Universidad de Las Américas, en las últimas décadas, la acción humana ha generado un impacto devastador en los hábitats naturales, alterando el delicado balance ecológico que sostiene la vida.
La expansión descontrolada de la actividad humana ha causado la pérdida de bosques, humedales, arrecifes de coral y otros ecosistemas vitales. La deforestación, impulsada por la agricultura intensiva, la urbanización y la tala indiscriminada, han reducido drásticamente el ecosistema de innumerables especies, llevándolas al borde de la extinción. A esto se suma el tráfico ilegal de fauna y flora, una industria clandestina que ha reducido poblaciones de animales emblemáticos como el rinoceronte, el tigre y el elefante.
El cambio climático agrava aún más esta crisis, alterando patrones y afectando los ecosistemas.
Proteger la vida silvestre no es solo responsabilidad de los gobiernos o las organizaciones ambientales, sino de cada uno de nosotros. Pequeñas acciones como evitar productos que contribuyan a la deforestación, apoyar iniciativas de conservación, disminuir el consumo de plásticos y fomentar la educación ambiental, pueden marcar la diferencia. La clave está en adoptar un estilo de vida sostenible y respetuoso con nuestro planeta.
En Lucas 17:7-10, dice: ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa? ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú? ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
Todo ser humano, tiene derecho a la vida y tiene que crecer conociendo que también tiene obligaciones que la vida misma le exigirá y le reclamará.
El hecho de ocupar un lugar en el tiempo y espacio de este planeta, nos da derecho a habitación, a alimento y a servirnos de un trozo de la creación. Y si ese ser humano sirve a Dios en alguna forma, con mayor razón debe saber y conocer su verdadera posición dentro de la iglesia de Jesucristo.
Eso indica que tenemos derechos y obligaciones que nos duran un promedio de 80 a 100 años, que para la edad del planeta es un lapso muy corto. Y a pesar de ello, encontramos hombres comunes y servidores en la iglesia que se enorgullecen, exigiendo tener los primeros lugares y muchos bienes.
Hay servidores que se autonombran apóstoles o líderes, exigiendo que se les sirva. Tele evangelistas internacionales que le ponen su nombre a su movimiento de iglesia. Servidores que piensan que por su trabajo, la iglesia ha estado creciendo.
Gente que ya no llega a tiempo, porque como ellos ya son los dirigentes, los que mandan, no tienen que participar de lo que hacen los recién llegados.
Muchos perdieron su postura de siervos y simplemente se hacen obedecer. La historia de la humanidad y de la iglesia está llena de ejemplos de quienes han exigido derechos aún a costa de los demás. Solo que dígame: ¿Dónde está el esplendor de Babilonia? ¿Dónde la fuerza de los faraones? ¿Dónde están las exageraciones de Herodes o las ambiciones de quienes han querido vivir para atesorar riqueza? ¿Dónde están los que se auto erigieron líderes espirituales en los siglos pasados? Bajo la losa fría de un sepulcro. Eso, si existe tal tumba.
El hombre siempre ha querido hacerse un hueco en la existencia, o sobresalir en alguna forma; solo que tendremos un día que darnos cuenta que somos polvo y al polvo volveremos todos (Gn 3:19c).
Y si nos comparamos con la creación, tendremos que advertir que somos más pequeños, y si nos comparamos con la eternidad, sabremos que nuestra vida es un soplo, como dice en Job 7:7.
Pastor presbítero Pablo Pinto Salamanca,
Consejo de Pastores de La Araucanía