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emocionales distintos. Para dar respuesta a este segmento, Fundación Andes levanta la iniciativa. La Ufro postula, pero es la Pontificia Universidad Católica la que se adjudica los fondos para investigar, hacer pasantías en el extranjero y elaborar una propuesta", recuerda la coordinadora local.
Fruto de esa investigación surge una propuesta que hoy se conoce como Penta UC, un modelo que debía ser transferido a otras casas de estudios y que en una segunda etapa permite a la UFRO y la U. de Concepción, entre otras, implementar sus propios programas. Así nace Proenta, que luego de que desaparece la Fundación Andes es acogido por el Mineduc para su coordinación nacional.
"Partimos con 79 niñas y niños y el financiamiento de las municipalidades de Temuco y Padre Las Casas. Pero nuestro objetivo era ampliar el alcance y descentralizar la experiencia en el territorio regional, principalmente, para escolares de la educación pública. Hoy, gracias a esa apertura, trabajamos con 13 comunas, con financiamiento del ministerio, el SLEP Costa Araucanía y los municipios comprometidos con becas para los estudiantes", detalla Helga Gudenschwager, la cual agrega que, además, existe un 8% de estudiantes provenientes de colegios subvencionados y particulares, que cuentan con otro tipo de financiamiento, y a quienes no se les excluye dada la finalidad última del proyecto, que es cobijar y apoyar a estudiantes con altas capacidades.
EXPERIENCIA
El modelo de trabajo se basa en la oferta anual de cursos y talleres dictados por académicos, así como por estudiantes de magister y doctorados, y alumnos de cursos avanzados de diversas carreras de la institución superior, los cuales dan respuesta a los múltiples intereses de los matriculados.
Luego de pasar un proceso de admisión, en el cual los primeros en identificar a estos talentos escolares son los profesores, directivos y compañeros de aula, los "niños Proenta" llegan a una fase final presencial en la universidad, luego de la cual quedan informados ministerio, municipios y padres y apoderados; y estos últimos aceptan la beca y firman de común acuerdo un manual de convivencia y programa para protocolizar la matrícula.
Una vez integrados, los y las estudiantes se someten a un programa semestral que funciona los viernes y sábado, a través de una oferta de contenidos que aborda diversas ciencias, conocimiento del derecho, astronomía, cambio climático, álgebra, escritura, entomología, programación, así como talleres de música, yoga, taichi, tango e idiomas como el inglés, francés y alemán. "Nuestro programa es de libre elección - recalca la coordinadora -, es decir, los propios estudiantes arman su trayectoria académica en Proenta. Son ellos quienes van descubriendo lo que les gusta (...), y muchas veces dan con su vocación. La experiencia los acerca a descubrirse a sí mismos".
De ello hablaa el biotecnólogo formado en la Ufro y doctor en Ciencias Biomédicas egresado de la U. de Chile, Eduardo Sagredo Campos (35), que hoy por hoy se dedica exclusivamente a hacer investigación de avanzada en Suecia.
"Pasar por el programa fue una experiencia fundamental. Lo fue porque significó un cambio paradigmático. Yo era un estudiante al que le iba muy bien en el Liceo Pablo Neruda, pero era un alumno cuadrado, muy de objetivos y competitivo al final del día. Proenta fue fundamental porque me ayudó a cambiar ese horizonte y entender que las cosas que son importantes no están relacionadas con sacar buenas notas, sino que tienen que ver con procesos cognitivos, con la interacción con la gente, con abrirse a nuevas ideas, cometer errores y experimentar (...)".
Así lo cree también la estudiante de cuarto medio del Liceo Bicentenario Ciencias y Humanidades de Pitrufquén, Diana Cáceres Sandoval, que acaba de iniciar su último año en el programa. "Para mí, Proenta ha sido un espacio donde he podido desarrollar habilidades libremente y vivir experiencias que pensaba que sólo tendría en la universidad. Este último año lo dejé para experimentar todo lo que me faltaba, por eso inscribí cursos y talleres muy diferentes", confiesa.
RESULTADO
El resultado deseado al que este proyecto educativo aspira, explica Helga Gudenschwager, es algo muy humano y está muy claro.
"Nos interesa lograr líderes socialmente responsables (científicos, políticos, empresariales, académicos, médicos, etc.) para La Araucanía y para el mundo. Hoy, nos da mucha satisfacción lo que sucede con nuestros alumni. Podemos mencionar, por ejemplo, que la recién nombrada directora regional de Injuv, Gloria Carimán, que fue niña Proenta; que el director del Centro de Salud Familiar Villa Alegre de Temuco es Raúl Garcés Zúñiga, es otro exalumno nuestro; y que el doctor en Ciencias Biomédicas, Eduardo Sagredo Campos, que destaca como presidente de la Asociación de Investigadores Chilenos en Suecia, también lo es". Y esos son sólo algunos ejemplos, agrega la coordinadora. "Es decir, tenemos profesionales participando en distintos niveles en la toma de decisiones, cada día más, desde una posición de liderazgo y responsabilidad social para contribuir al desarrollo de la sociedad. Lo mismo pasa con emprendedores que levantan empresas con responsabilidad ambiental. Cuando logramos esto nos llena de orgullo. Sentimos la sensación de la misión cumplida", enfatiza.