"Recibo este reconocimiento en nombre del ciudadano que trabaja todos los días"
Docente de educación física, y formador de numerosas generaciones de estudiantes y profesores, Blaauboer es uno de los "ciudadanos destacados" 2025 de la capital regional. Emocionado por la distinción, dice sentir el orgullo por haber cumplido su responsabilidad profesional. Hoy, sigue vigente en un espacio distinto, a través la ecología, en calidad de presidente de la histórica Sociedad Amigos del Árbol.
Hace un par de semanas, un llamado telefónico del alcalde de Temuco deja sin palabras al profesor Mario Blaauboer Valdés. Ese día le comunican que ha sido elegido por el Consejo Municipal como uno de los "ciudadanos destacados" a premiar en el marco del aniversario 144 de la capital de La Araucanía.
Quedar sin palabras, confiesa hoy este docente de larga trayectoria, se debe a que no se lo esperaba y, más, si toda su vida lo que único ha procurado es cumplir con su responsabilidad profesional de la mejor manera posible, como profesor y formador de profesores.
Lo cierto es que este temuquense nacido en febrero de 1944, que crece en el Barrio Coilaco, estudia en el Instituto San José (La Salle), se gradúa en el Liceo N°1 de Hombres y continúa su formación profesional en el Instituto de Educación Física y Técnica de la Universidad de Chile (Santiago), cuenta hoy con una trayectoria de 54 años en la educación que tiene méritos de sobra para distinguirlo.
A lo largo de 5 décadas, antes de jubilarse, hace clases a estudiantes del antiguo Liceo de Hombres (hoy, Pablo Neruda), Liceo Ernesto Bohn de Pueblo Nuevo, Colegio de La Salle, Colegio Alemán, Santa Cruz y Liceo Camilo Henríquez, además de formar docentes en las Escuelas Universitarias de la Frontera (UCT) y las sedes Temuco de la U. de Chile y U. Técnica del Estado; donde ocupa cargos como inspector general, profesor de aula y entrenador de atletismo, así como subdirector y director (del Liceo Pablo Neruda entre 1994 y 2009), un largo camino del cual se siente feliz y orgulloso.
- Su carrera da cuenta de 54 años como educador. ¿Qué lo motiva a dedicar tanto tiempo a esta profesión?
- Yo trabajé en educación desde temprano. Estudiaba y a la vez trabajaba como inspector en el Instituto Nacional Barros Arana (...), y cuando regreso a Temuco lo hago para realizar aquello para lo que me había preparado y lo que me gustaba: la educación física. Además, ejercí como entrenador de atletismo. Todo esto hace sentir una gran realización.
- ¿Qué puede decir acerca de su personal relación con los estudiantes?
- Digo que hay reciprocidad en el proceso educativo. El profesor recibe mucha energía y nuevos puntos de vista de los estudiantes. Diría que el contacto con las nuevas generaciones despierta un espíritu joven. Estar en contacto con nuevas generaciones te mantiene actualizado hasta en el lenguaje, y en el caso de la educación física, te permite un contacto más cercano con el alumnado, más que en otras disciplinas.
- Si bien hoy está jubilado, usted sigue aportando a Temuco, ahora en calidad de presidente de Sociedad Amigos del Árbol. ¿Cuándo y por qué surge este vínculo con esta organización ecológica?
- Mi relación con esta sociedad nace hace bastante tiempo. Serán unos 35 años. Participé largos años como socio solamente, pero de pronto se dieron las circunstancias, ya estaba jubilado y dejé otras responsabilidades que me ocupaban bastante tiempo, así que me acerqué a colaborar con la directiva, y hoy ejerzo el rol de presidente.
- ¿Qué destacaría de esta organización ciudadana? ¿Por qué es importante en la historia local?
- La Sociedad Amigos del Árbol es importante en la historia de Temuco porque fue creada por un grupo de ciudadanos para salvar el Cerro Ñielol. El objetivo que felizmente se cumplió. Las autoridades de la época suspendieron la actividad productiva e hicieron levantarse de allí a los aserraderos que se habían instalado, y como premio el Gobierno le entregó a esta sociedad 5 hectáreas de terreno que son las que actualmente administramos. Hoy, junto a Conaf, trabajamos para conservar y cuidar ese hábitat que felizmente es un Monumento Natural y que hay que preservar. Eso es lo que defendemos. Que se mantengan tal y como está. Hasta con el deterioro que se le hizo debido a la intrusión de especies exóticas.
- Al año 2025, ¿cuáles son los propósitos y/o proyectos que persigue esta sociedad?
- Queremos volver con lo que era la Semana del Árbol en que se hacían concursos literarios y pictóricos, y mediante los cuales se premiaba a los participantes. Tenemos una pinacoteca más o menos amplia en el cerro con motivo de la naturaleza y el árbol, que lamentablemente no hemos podido poner en exhibición. Entonces, dar cultura es otro objetivo, que ya procuramos con los Domingos Culturales y de la mano de talentos regionales. Y por último, puedo informar que estamos implementando un sistema de identificación de especies en el cerro con códigos QR para educar a los visitantes. Ese código deriva a los usuarios a una página de inaturalist.org, donde se reconoce la especie e informa dónde más habita esta. Esto permitirá hacer también un inventario de las especies que habitan el monumento natural. Este proyecto lo concretaremos durante marzo en colaboración con la Agrupación Cultural Cautín e Inaturalist.
- El municipio local acaba de nombrarlo "Ciudadano Destacado" 2025, ¿cómo recibe este reconocimiento?
- Desde luego, me sorprendió. Estando fuera de Temuco recibí un llamado del señor alcalde que me lo comunicó y me dejó sin palabras. Y es que son reconocimientos que uno no espera. Que se reconozca mi trabajo como educador y profesor cuando llevo fuera de la educación pública 15 años, y 7 fuera de la subvencionada, es para sorprenderse. Esto es bonito porque los profesores son como héroes anónimos. Yo en mi vida no he hecho otra cosa que lo que me correspondía hacer, y lo he hecho con gusto, pero era mi responsabilidad y mi obligación personal educar. Entonces, por qué tendrían que reconocer esto, si yo lo hice por el orgullo y la satisfacción de hacer bien mi trabajo. Ahora, recibo este reconocimiento en nombre del ciudadano que trabaja todos los días y que cumple con su deber por realización personal, por responsabilidad familiar y porque tiene por delante el objetivo - si lo hace bien - de mejorar su entorno.
"Son reconocimientos que uno no espera. Que se reconozca mi trabajo como educador y profesor cuando llevo fuera de la educación pública 15 años, y 7 fuera de la subvencionada, es para sorprenderse. Esto es bonito porque los profesores son como héroes anónimos".