"Si no queremos planta incineradora, debemos generar menos residuos y no hay cultura para eso"
Como una apasionada y experta en temas ambientales, la ingeniera ambiental y doctora en Recursos Naturales, María Eugenia González es, sin duda, una voz autorizada para abordar importantes materias que preocupan a la Región de La Araucanía: por una parte la polémica planta incineradora de Lautaro y, además, el ranking de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica donde figuran 3 comunas de la Región en el Top 15.
Precisamente sobre la crisis de la basura y la contaminación del aire, conversó con El Austral la académica e investigadora Ufro.
- María Eugenia, ¿cuál es su visión como experta sobre la planta incineradora de Lautaro?
- Es complejo el tema porque la verdad es que ha habido mucha desinformación. Todos los países en vías de desarrollo pasan por este problema de acumulación de residuos. Hace 20 o 30 años atrás teníamos un lugar no tan cercano a la población donde disponer los residuos y los podíamos enterrar, pero hoy día no tenemos espacio y ya no es una solución. Entonces, de alguna u otra forma, tiene que haber una transición entre la disposición de las basuras y la economía circular.
-¿Esta transición pasa por las plantas incineradoras?
- Lamentablemente para hacernos cargo de 500 o 600 toneladas no tenemos infraestructura para valorizarlo y son necesarias las plantas incineradoras. En los años 70, cuando recién empezaron a desarrollarse estas plantas en países como Estados Unidos o China generaron problemas, porque no había la tecnología para hacerse cargo de los gases tóxicos, sobre todo la emisión de material particulado, pero hoy en día como ha avanzado la ciencia, también ha avanzado esta tecnología, entonces hay que buscar que el impacto que generen sea el menor posible. Ahora, si no queremos planta incineradora, debemos generar menos residuos, pero lamentablemente no tenemos la cultura para eso.
-¿Por qué cree usted que ha habido desinformación en este tema?
- Creo que desde la Academia hemos estado un poco flojos dentro del quehacer que tenemos que realizar, pero siempre va a haber tiempo de hacer charlas, a lo mejor masivas y contar todo esto, porque probablemente la gente no sabe que por ejemplo en China tienen más de 100 plantas incineradoras y tuve la opción de ir a conocer China, y realmente, ellos han ido avanzando en crecimiento y nosotros estamos mucho más sucios que China. Otros países como Alemania y Estados Unidos tienen plantas incineradoras, entonces es necesario traer esa información, y no quedarnos con la idea de que estas plantas son tóxicas, que tiran veneno, que van a matar a la gente, porque yo diría que lo que están emitiendo no es mucho peor que el material particulado que ya estamos inhalando con la contaminación residencial.
-¿Los impactos ambientales de una incineradora se pueden reducir al mínimo?
- Sí. Cuando en una planta está funcionando todo ok, los impactos ambientales son mínimos y puede otorgar beneficios. El punto está en que hay que fiscalizarla para que realmente esté funcionando bien y que la promesa que se hace en el estudio de impacto ambiental, se cumpla. Lo otro es que se puede obtener energía. Imagínate si avanzáramos en lo que es la calefacción distrital. En muchos países tienen una planta incineradora al medio de la ciudad y genera energía para los hospitales, para los colegios, y esa energía es gratis. Entonces, claro, hay muchos puntos de vista, pero también tenemos que ver que es una realidad que la necesitamos para hacer esta transición. Los cambios culturales en materia ambiental pueden demorar entre 20 y 30 años y el problema lo tenemos hoy; así que tenemos que hacer algo.
CONTAMINACIÓN
- Pasando al tema de la contaminación del aire, ¿qué opinión tiene del ranking de IQAir que ubica a 6 ciudades chilenas entre las más contaminadas de Latinoamérica?
- La normativa indica cuáles son los pasos a seguir para declarar zona saturada y para eso es necesario tener una estación de monitoreo. En el caso de estas mediciones con sensores de bajo costo, no es que no sean fiables en la medición en sí y probablemente no es la herramienta para declarar una zona saturada y tener un plan de descontaminación, pero claramente la medición que va arrojando nos da un indicio de que hay un problema de contaminación en la localidad donde se está midiendo.
- ¿A su juicio, las medidas estructurales del Plan de Descontaminación de Temuco y PLC han sido efectivas?
- Yo creo que sí aunque es cierto que llevamos más de 15 años con una inversión que no ha sido menor y el grado de avance tampoco es más del 50%. Llevamos muchos años y todavía no es posible abarcar todo el porcentaje de casas para mejoramiento térmico o que han hecho un recambio de estufas, entre otras cosas, principalmente porque son muchos los recursos involucrados.
-¿Es la leña la culpable de la contaminación o el problema son las casas con baja aislación?
- Yo creo que la leña no tiene la culpa. El problema pasa básicamente por la mala aislación de las casas y ahí es donde tenemos que apostar. Probablemente lo que pueden hacer las comunas es fiscalizar que se cumpla con la normativa cada vez que se hagan nuevas construcciones, porque ahí es donde radica el problema. Siempre le echamos la culpa a la leña que utilizamos para calefaccionarnos, pero la verdad es que en otros países también la utilizan como fuente de calefacción, y claro, como tienen buenos sistemas de aislación, entonces la cantidad de emisiones son súper pocas.
"La necesitamos (la incineradora) para hacer esta transición. Los cambios culturales en materia ambiental pueden demorar entre 20 y 30 años y el problema lo tenemos hoy; así que tenemos que hacer algo". "Países como Alemania y Estados Unidos tienen estas plantas incineradoras, entonces es necesario traer esa información y no quedarnos con la idea de que estas plantas son tóxicas, que tiran veneno y que van a matar gente".