Frases
"Si soy convocado y puedo ser útil en un próximo gobierno de Evelyn Mattei voy a estar disponible"
José García Ruminot,
"Todos los esfuerzos del municipio por mejorar los servicios a la comunidad deben ser valorados"
Claudio Muñoz,
"Si soy convocado y puedo ser útil en un próximo gobierno de Evelyn Mattei voy a estar disponible"
José García Ruminot,
"Todos los esfuerzos del municipio por mejorar los servicios a la comunidad deben ser valorados"
Claudio Muñoz,
A partir del 15 de abril el Ministerio de Salud dispuso el uso obligatorio de mascarillas en todos los servicios de urgencia, tanto públicos como privados. Esta medida incluye a profesionales de la salud, técnicos, administrativos, auxiliares, estudiantes en práctica, pacientes y cualquier persona que se encuentre en dichas dependencias.
Dicha determinación, plantea Claudia González, académica Enfermería de la Universidad de Las Américas, va enmarcada en un contexto donde la circulación de virus como la influenza, Covid-19 y virus respiratorio sincicial (VRS) se intensifica con la llegada del frío, favoreciendo los contagios, especialmente en espacios cerrados.
En la semana epidemiológica catorce del presente año, el 40,7% de las muestras analizadas resultaron positivas para virus respiratorios, cifra levemente inferior a la registrada en la semana anterior (43,4%). El virus con mayor presencia fue el rinovirus, con un 61% de los casos positivos, seguido por la influenza A con un 17,3% del total.
Ante esta realidad, el uso de mascarillas vuelve a posicionarse como una de las herramientas más efectivas y de bajo costo para frenar la propagación de enfermedades respiratorias. Estas salvan vidas, ya que actúan como una barrera física que disminuye la transmisión de partículas respiratorias, reduciendo significativamente el riesgo de contagio en lugares cerrados y concurridos.
Pero, no basta solo con llevar una mascarilla. La efectividad de esta depende de su correcto uso, por lo mismo, es importante recordar que, al momento de ocuparla, hay que cubrirse por completo nariz y boca, ajustársela bien al rostro, sin dejar espacios y cambiársela si está húmeda, sucia o dañada.
Esta medida debe acompañarse con otras prácticas de prevención, como el lavado frecuente de manos, el uso de pañuelos desechables, cubrirse al estornudar y por sobre todo la vacunación.
Cristo resucitó para siempre, el que estaba caído, abatido, el que murió en la cruz hace casi dos mil años atrás en Jerusalén, en tiempos del emperador romano Tiberio César, ante mucha gente. Ese Jesús que murió verdaderamente en la Cruz, Resucitó! Y en este hecho radica la fe los cristianos (Hechos 1, 3; 1Cor 15, 14).
El Evangelio según San Lucas, nos dice que varias mujeres fueron al sepulcro de Jesús, el primer día de la semana, es decir, el domingo, para perfumar su cuerpo, pero encontraron que la tumba estaba abierta y el cuerpo de Jesús no estaba; ante tal sorpresa, dos hombres con vestiduras resplandecientes, dicen a las mujeres: « ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí: ¡ha resucitado!» (Lc 24, 5-6).
Jesús muerto y resucitado marca una huella, un camino hecho de verdad y de amor para que todo aquel que lo quiera seguir, lo haga con confianza; sigue siendo como un faro, en las oscuridades del mundo y en las noches de la propia vida, para que muchos puedan levantarse, dejarse orientar, guiar, hacia el mejor puerto que es él mismo: Luz para la vida y el mundo.
Jesús muerto y resucitado enarbola la bandera de la vida, del amor, de la justicia, de la paz, para que todo aquel que quiera adherirse y asumir estos desafíos lo haga con más fortaleza, porque él ya lo ha hecho y sigue trabajando para que este mundo sea mejor.
Jesús muerto y resucitado sigue atrayendo hacia Dios como nadie lo ha hecho, porque despierta en lo más profundo del corazón humano la añoranza y el anhelo por Dios.
Las mujeres fueron las primeras en recibir la noticia de la resurrección y ellas se lo fueron a decir a los apóstoles. Las mujeres, como siempre, han sido importantes en el anuncio de buenas noticias, de vida, de fortaleza y amor.
Ahora es el tiempo para buscar a Dios vivo y verdadero. El Hijo de Dios, muerto y resucitado, es el camino, la verdad y la vida. El mismo viene en ayuda del que lo busca con verdad, confianza y amor: «Yo les digo: pidan y Dios les dará; busquen y encontrarán; llamen y Dios les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, Dios le abrirá» (lc 11, 9-10).
¡Feliz Pascua de Resurrección!
monseñor Jorge Concha Cayuqueo,
obispo Diócesis San José de Temuco