Laboratorio Subantártico: la apuesta científica chilena que observa el cambio climático desde el fin del mundo
Con base en la Patagonia y Magallanes, el proyecto articula a universidades, centros de investigación y comunidades locales para generar conocimiento desde un territorio clave destinado a la lucha contra la crisis ambiental. El Laboratorio Natural Subantártico, que cuenta con recurso humano de la UFRO, está emplazado en una de las zonas más australes del planeta y es una plataforma única para estudiar los efectos del cambio climático y diseñar políticas públicas basadas en ciencia.
Ubicado entre los 43° y 56° de latitud sur, en las regiones de Aysén y Magallanes, el Laboratorio Natural Subantártico (LNS) se erige como una plataforma única para el estudio del cambio climático desde Chile hacia el mundo. Su emplazamiento estratégico, en la antesala de la Antártica chilena, y su riqueza biocultural y ecosistémica lo convierten en un punto clave de observación científica a nivel global.
Se trata de un esfuerzo multidisciplinario y colaborativo que, con base en el Nodo Subantártico -iniciativa financiada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación a través de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID)-, el cual articula a universidades, centros de investigación, museos, comunidades locales e instituciones estatales para impulsar la ciencia con identidad territorial.
"El Laboratorio Natural Subantártico representa un esfuerzo conjunto para comprender y abordar los desafíos que enfrenta el planeta desde un enfoque biocultural e interdisciplinario", señala el Dr. Patricio Padilla, coordinador del componente de hoja de ruta del LNS y académico del Instituto de Desarrollo Local y Regional (IDER) de la Universidad de La Frontera (UFRO). "Buscamos generar procesos de planificación que articulen al mundo académico con el sector público, privado y la sociedad civil".
La plataforma se proyecta no sólo como un observatorio privilegiado del cambio climático, sino también como un modelo de ciencia situada y conectada con los desafíos del territorio. En esa línea, la Dra. Laura Sánchez-Jardón, investigadora responsable del LNS y académica de la Universidad de Magallanes, enfatiza: "queremos que todo lo que se realice desde aquí sea co-creado, co-diseñado y co-ejecutado junto a las comunidades locales. Esa es la fórmula para construir confianza e instalar capacidades que aseguren una investigación con pertinencia territorial".
Un territorio con atributos únicos
La región subantártica de Chile -el área continental más cercana a la Antártica- presenta características naturales y culturales que la hacen única en el mundo. Se trata de un corredor ecológico de alta sensibilidad ambiental y baja intervención humana, lo que permite monitorear de manera precisa los impactos del cambio climático.
El territorio reúne fiordos, canales patagónicos, ecosistemas marinos diversos, bosques y turberas australes -sumideros naturales de carbono clave para mitigar el calentamiento global-, glaciares andino-patagónicos que actúan como reservas de agua dulce, y la extensa estepa fuego-patagónica, donde especies animales y vegetales han desarrollado notables adaptaciones al clima extremo.
Magallanes, en particular, concentra el 49% de los glaciares